ONU denuncia que un niño palestino es asesinado de media cada dos días en Cisjordania desde el 7 de octubre

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Naciones Unidas ha denunciado este lunes que un niño palestino ha sido asesinado de media cada dos días en Cisjordania y Jerusalén Este desde el repunte de la violencia a raíz de los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas contra territorio israelí. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha detallado que 143 niños palestinos han muerto desde el 7 de octubre en Cisjordania y Jerusalén Este, una cifra que supone un aumento de casi el 250 por ciento respecto a los nueve meses anteriores, en los que fueron asesinados 41 menores palestinos. Desde octubre han muerto además dos niños israelíes. Asimismo, más de 440 niños palestinos han resultado heridos con munición desde el 7 de octubre en el marco de las operaciones de las fuerzas de seguridad israelíes y los ataques por parte de colonos, lo que provoca una "grave alarma" por el uso innecesario y excesivo de la fuerza contra los más vulnerables. "Desde hace años, los niños y las niñas que viven en Cisjordania, incluido Jerusalén Este, están expuestos a una violencia espantosa", ha dicho la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, quien ha resaltado que "la situación se ha deteriorado significativamente, coincidiendo con la escalada de las hostilidades dentro de Gaza". "Estamos viendo frecuentes denuncias de niños palestinos que son detenidos de camino a casa desde la escuela o a los que se dispara mientras caminan por las calles. La violencia debe cesar ya", ha recalcado, según un comunicado publicado por el organismo. En este sentido, UNICEF ha indicado que se han registrado víctimas en diez de las once gobernaciones de Cisjordania, con más de la mitad de los asesinatos en Yenín, Tulkarem y Nablús, principales epicentros de las operaciones de las fuerzas israelíes, que han incluido bombardeos con drones. La organización ha apuntado además que este repunte de las tensiones afecta también al bienestar físico y mental de miles de niñas, niños y familias, dado que ahora temen a diario por sus vidas. Así, ha reseñado que las niñas y los niños dicen tener miedo de pasear por sus barrios o de ir a la escuela debido a este aumento de la violencia. Sin embargo, ha recordado igualmente que los menores palestinos ya estaban expuestos antes del 7 de octubre a los mayores niveles de violencia en los últimos 20 años, por lo que ha pedido a las partes que cumplan sus obligaciones de protección a la infancia, en el marco del Derecho Internacional Humanitario. "El verdadero coste de la violencia en el Estado de Palestina e Israel se medirá en vidas de niñas y niños: las que se pierden y las que cambian para siempre", ha dicho Russell. "Lo que la infancia necesita desesperadamente es el fin de la violencia y una solución política duradera a la crisis, para que puedan alcanzar su máximo potencial en paz y seguridad", ha zanjado. ABUSOS EN PRISIONES DE ISRAEL Por su parte, la organización no gubernamental Save the Children ha indicado este mismo martes que se ha registrado un aumento de la inanición, las enfermedades y los abusos, incluida la violencia sexual, que sufren niños y niñas palestinos detenidos por el Ejército de Israel desde el estallido del conflicto. La ONG ha asegurado que menores palestinos encarcelados en prisiones gestionadas por Israel han informado de que las condiciones se han deteriorado notablemente desde el 7 de octubre y ha recordado que Israel es el único país del mundo que procesa de forma sistemática a niños en tribunales militares. En este sentido, ha recalcado que el fallo de la semana pasada de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el que cuestiona la situación de las políticas y prácticas israelíes relacionadas con las detenciones refuerza la necesidad de poner fin a los arrestos arbitrarios y los malos tratos a niños palestinos. Save the Children ha especificado que, desde octubre, los socios de la ONG han apoyado a cerca de 50 menores anteriormente detenidos por las fuerzas israelíes en Gaza que que denunciaron malos tratos físicos e interrogatorios en los que, según algunos, se les pedía que se desnudaran y permanecieran de pie a temperaturas extremas. La ONG ha relatado que durante su periodo bajo custodia sus familiares no tuvieron información sobre su paradero y ha añadido que mostraban claros signos de violencia y malos tratos una vez fueron liberados, con denuncias sobre agresiones sexuales, acoso y violencia física contra ellos. En este contexto, la Comisión Palestina para Asuntos de Detenidos y Ex Detenidos ha indicado que más de 650 niños y niñas procedentes de Cisjordania han sido detenidos desde octubre, la mayoría de ellos por lanzar piedras, mientras que la cifra es desconocida en el caso de Gaza, donde continúa activa la ofensiva militar lanzada por Israel tras los ataques del 7 de octubre. Firas y Qusay, ambos de 17 años y residentes en Cisjordania, estuvieron detenidos en dos prisiones israelíes antes de que comenzara el conflicto en Gaza. Tras su liberación, relataron en declaraciones a Save the Children que habían visto un niño con heridas en la cabeza tan graves que se desmayaba cada vez que intentaba ponerse en pie: "Los más pequeños no paraban de llorar porque tenían miedo, cuando pedí al guardia que me dejara cuidarlos me pegaron violentamente", dice Qusay. Qusay ha destacado además que las fuerzas israelíes retiraron sus pertenencias tras el estallido del conflicto. "No teníamos suficientes mantas y yo compartía una almohada con otro prisionero", ha manifestado. "En el invierno abrían las ventanas para que sintiéramos frío. Uno de los niños prisioneros tuvo un sarpullido así que le pedimos al guardia que le permitieran sentarse al sol o lavarse. Nos respondió ‘llamadme cuando esté muerto’", ha asegurado. En este sentido, Firas ha confirmado que el número de niños detenidos aumentó durante los cinco días posteriores a los ataques del 7 de octubre, mientras que ambos han apuntado que las condiciones empeoraron a partir de entonces, dado que tampoco se les permitió comunicarse con sus padres. SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS "MÁS INTENSOS Y GRAVES" Por ello, un psicólogo de una organización socia de Save the Children ha afirmado que los síntomas que sufren los niños liberados "son más intensos y graves que en el pasado, en parte debido a las condiciones sociales que les rodean". "Toda la comunidad está tensa y estresada por lo que está ocurriendo", ha apuntado. "Los niños y niñas con los que hablamos piensan mucho en sus compañeros que siguen en prisión. Nos cuentan que ahora están a salvo, pero ellos todavía no", ha recalcado. "¿Por qué voy a pensar en el mañana si van a volver a detenerme? Sus familias los describen como 'congelados'", ha explicado este psicólogo. Por ello, el director de Save the Children para Oriente Próximo, Jeremy Stoner, ha reiterado que la ONG "nunca había visto tanta devastación y desesperación", a pesar de llevar años trabajando sobre el terreno y haber hablado "con cientos de niños y niñas" detenidos por las fuerzas de seguridad de Israel en el pasado. "Están atrapados, sin poder moverse ni ver el sol, hacinados en celdas con condiciones terribles e insalubres, y sometidos a graves abusos y violencia. Nos han contado que han soportado horrores que un adulto nunca debería presenciar, y mucho menos un niño", ha lamentado. Por último, Stoner ha hecho hincapié en que "hay que poner fin a los abusos y malos tratos de la infancia palestina". "No poder protegerles supone una crisis que dura ya décadas, no puede seguir ignorándose", ha apostillado.

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