Casi 400 presuntos insurgentes abatidos por las fuerzas de seguridad en Pakistán

Islamabad, 22 jul (EFE).- Casi 400 insurgentes han muerto en diversas operaciones de inteligencia en Pakistán en lo que va de año, informó este lunes el Ejército en medio de las fuertes críticas contra los planes futuros de una intensa operación militar en el país.

Actualmente, las fuerzas de seguridad paquistaníes llevan a cabo más de 112 operaciones diarias, declaró en una rueda de prensa el director general de los Servicios de Comunicación del Ejército del país (ISPR), Ahmed Sharif Chaudhry.

Según esto, este año las fuerzas de seguridad han llevado a cabo un total de 22.409 operaciones basadas en inteligencia contra terroristas y sus facilitadores, y "durante este tiempo, 398 terroristas fueron enviados al infierno", dijo.

Entre los insurgentes abatidos se encontraban 31 de los más buscados por las autoridades, defendió Chaudhry.

En estos enfrentamiento murieron también 137 oficiales y soldados.

Pakistán anunció el pasado mes que lanzaría una nueva operación "múltiple" denominada Azm-e-Istehkam, o 'Resolución para la Estabilidad'.

La campaña no fue bien recibida por parte de los partidos de la oposición, en particular por Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), el partido del ex primer ministro encarcelado Imran Khan, que alegó tratarse de algo hecho a las espaldas, sin consultar a los partidos opositores ni al Parlamento.

Al responder a una pregunta sobre la decreciente popularidad del Ejército, Chaudhry afirmó que "los terroristas digitales estaban usando noticias falsas y propaganda" para difundir mentiras sobre las autoridades y sus intenciones en las redes sociales.

Los ataques insurgentes han experimentado un preocupante aumento en las provincias de KP y Baluchistán, ambas fronterizas con Afganistán, tras la llegada al poder de los talibanes en agosto de 2021, que reactivó las actividades de sus hermanos ideológicos paquistaníes, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP).

El Gobierno de Pakistán acusa desde entonces a Afganistán de dar cobijo a grupos insurgentes para perpetrar ataques en Pakistán, unas acusaciones que los fundamentalistas han negado en numerosas ocasiones. EFE

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