(Análisis) La España de Scariolo, disciplina y garra sin límites en París

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La selección española masculina de baloncesto llega a París con el objetivo de colgarse una medalla en los Juegos Olímpicos, a pesar de haber perdido calidad individual de cara al torneo más exigente y a la vez más atractivo, convencidos de su fortaleza como equipo para tratar de recuperar el podio del que bajaron en Tokyo 2020. La 'Familia', como llama la Federación Española de Baloncesto (FEB) a sus dos selecciones absolutas, tiene cuentas olímpicas pendientes, aunque todo por 'culpa' de una historia reciente de podios. El éxito llama al éxito y, en cuanto al balón naranja, España lleva tiempo encadenando generaciones de talento y esfuerzo. La dureza del torneo olímpico entre las mejores 12 selecciones del mundo no permite margen de error y, encima, el oro parece estar 'reservado' por Estados Unidos. Son dos medallas para el resto de mortales, entre ellos una España que, en categoría masculina, lo viene siendo más que nunca bajo la alargada sombra de Pau Gasol. En las últimas grandes citas, el seleccionador nacional, Sergio Scariolo, lo ha reconocido sin tapujos: España ha perdido mucho talento individual. Colgaron las zapatillas los Gasol, tanto Marc como Pau, también Juan Carlos Navarro o José Manuel Calderón hace algo más, salió de la ecuación Nikola Mirotic, se retiró esta campaña Sergio Rodríguez y Ricky Rubio terminó declinando la jugosa oferta del verano tras su regreso a las pistas con el Barça. Así, España está sujeta por el legado que todos ellos dejaron, compitiendo por esta camiseta desde categorías inferiores, y por una idea clara de juego que pasa por trabajar para el grupo y defender a un nivel muy alto. Un equipo que se fue curtiendo entre descartes de las famosas 'ventanas' FIBA, sin jugadores de la NBA o de la Euroliga, con hambre de títulos porque es su historia. La selección lo demostró con siete debutantes en el Eurobasket de hace dos años, ganando el cuarto oro con una última exhibición coral ante Francia. Sin grandes estrellas pero con doce guerreros de los cuales nueve acuden a la capital gala sin miedo a nada. Sigue la bandera de los veteranos Sergio Llull y Rudy Fernández, en mezcla con nuevas generaciones que han ido aprovechando su oportunidad. Para Scariolo, la unión hace la fuerza de manera obligada y se ha esmerado en reforzar la conciencia de piña unida para paliar las limitaciones ofensivas del equipo. El técnico italiano hace hincapié en una defensa de un nivel muy alto que permita a los suyos correr en ataque y encontrar más ventajas que en un mano a mano posicional. El máximo sacrificio por el bien común se tradujo en ese cuarto oro, el séptimo podio continental seguido de la selección. Sin embargo, en el pasado Mundial, España no pasó de la segunda fase: una de cal y otra de arena que deja dudas en sus opciones en París. El billete a la capital francesa llegó vía Preolímpico, 36 años hacía que la selección no tenía que recurrir a ese peaje, para seguir fiel a unos Juegos desde Sydney 2000. En La Fonteta (Valencia), España sacó un billete que no estaba nada claro, ganando en la final a una Bahamas con mucho talento NBA. RUDY FERNÁNDEZ Y SUS SEXTOS JUEGOS Los de Scariolo se dieron así la opción de recuperar el podio olímpico que no lograron hace tres años en Japón y que habían pisado de manera seguida en Pekín, Londres y Río de Janeiro. Sin embargo, en Paris 2024, España estará en el Grupo A junto a Grecia, Australia y Canadá, un camino muy duro para los 12 elegidos: Lorenzo Brown, Sergio Llull, Alberto Díaz, Darío Brizuela, Xabi López-Arostegui, Alex Abrines, Juancho Hernangómez, Rudy Fernández, Usman Garuba, Santi Aldama, Jaime Pradilla y Willy Hernangómez. Seis repiten de Tokyo 2020 y un séptimo, Juancho Hernangómez, confía en no volver a ser baja por lesión a última hora. Tanto él como su hermano Willy, más la veteranía de Llull y Rudy, la calidad de Aldama y la potencia de Garuba se antojan vitales, aunque sin duda España confía en su bloque y en una defensa numantina de cada pelota. Abrines, como Juancho, llega también entre algodones. En París dirá adiós con amor Rudy Fernández tras 20 años de internacional absoluto y con un récord histórico a nivel masculino en este deporte de seis Juegos Olímpicos. El capitán anunció su retirada esta campaña y su intención de mantener un nivel alto para ganarse su puesto. El alero abrochó el título de Liga para el Real Madrid y se puso a disposición de España un último verano más. El jugador con más partidos de la selección masculina, con más títulos empatado con Pau Gasol (11), se ha perdido contados torneos con el equipo nacional, sólo porque su físico lo impidiera. El balear prometió a su padre, fallecido hace dos años, que estaría en París, y levantó el último Europeo entre lágrimas. El capitán de la selección tiene una misión más aunque ya cumplió con creces.

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