(Análisis) España, afianzada en las medallas, aspira a todo en waterpolo masculino

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La selección española de waterpolo masculino llega a los Juegos Olímpicos de París como una de las serias candidatas a ganar el oro olímpico o a colgarse una medalla siempre muy cara en este deporte y que ponga freno a la sequía en las últimas citas olímpicas. Y es que los de David Martín están acostumbrados a saborear metal en las últimas grandes citas mundiales y continentales y, con un grupo veterano, cohesionado y de gran calidad, se quieren superar para regresar de París con el oro más prestigioso de todos. Desde el oro en Atlanta 1996 que hizo justicia a la ajustada derrota en la final de Barcelona 1992 ante Italia, España no ha vuelto a subir a un podio olímpico. Pero esta selección está llamada a romper con esa mala racha, aunque ya vivió la amargura hace tres años de ser cuarta. En unos Juegos que son una competición muy corta con los mejores equipos del mundo y casi sin margen de error, todo puede pasar pero lo cierto es que España llega como candidata, entre las favoritas, para hacer algo grande y épico en el agua del Paris La Defense Arena. Sería algo justo, hasta romántico, que España volviera a un podio olímpico en la 'cité de l'amour'. El escenario es idílico y también propicio. Por cómo llega el equipo, por el respeto que se ha ganado en las piscinas recientemente y por la calidad individual y sobre todo el sólido bloque que forman en el agua, esta España puede aspirar a todo. Y los jugadores tienen claro que van a París a luchar por el oro, yendo a por cada partido como si no hubiera un mañana. Así lo hicieron en el último Europeo disputado en Croacia, en enero de este año, y se colgaron una medalla de oro continental histórica por ser la primera para España en el torneo. Y, además, con el premio adicional de lograr ya el billete olímpico para París. Lo que permitió ir semanas después al siguiente Mundial de Doha 2024 con mayor tranquilidad para, de nuevo mostrando un gran juego, firmar y repetir el bronce que ya lograron en 2023 en Fukuoka. En Doha, solo Italia, en semifinales, pudo con los de Martín. Pero el inicio del torneo en Paris 2024 no será fácil, con España encuadrada en un potente Grupo B junto a una Francia anfitriona que intentará subir un peldaño en sus Juegos y que perdió el bronce ante España por 14-10 en el pasado Mundial, las poderosas e históricas Hungría y Serbia y, con la intención de dar la sorpresa, Australia y Japón. Los 'aussies' serán los primeros rivales de los de David Martín, que en la segunda jornada ya se medirán a una Hungría que, con 9 oros y 16 medallas totales en los Juegos, lideran el palmarés olímpico. En el Grupo A están Italia, Croacia, Estados Unidos, Grecia, Montenegro y Rumanía, con italianos, croatas y griegos pisando podio olímpico entre Río 2016 y Tokyo 2020. Así que a España no le vale solo con intentar quedar entre los cuatro primeros de su grupo para pasar a las eliminatorias, sino que será clave hacerlo cuanto más arriba mejor para evitar un cruce complicado. Sin embargo, sea cual sea el rival, España podría verse como favorita en esos duelos. Ese es el respeto que este grupo se ha ganado en los últimos grandes torneos, donde han perdido poco y ajustado. Sin duda, llevar estas sensaciones de los últimos Mundiales y el último Europeo a los Juegos de París es lo que persigue este grupo, que no quiere añadir más páginas negras al waterpolo masculino español en los Juegos Olímpicos. ¿EL ÚLTIMO BAILE DE FELIPE PERRONE? España acude a este torneo con un equipo que muchos seleccionadores soñarían tener. Desde una dupla de porteros de gran calidad como Unai Aguirre o Edu Lorrio, a unas boyas que imponen como Roger Tahull y Miguel de Toro, el brazo de Álvaro Granados, la juventud de Unai Biel, la veteranía y polivalencia de Alberto Munárriz, Alejandro Bustos, Marc Larumbe, Martin Famera, Sergi Cabanas o Bernat Sanahuja y la capitanía de Felipe Perrone. Un Felipe Perrone que puede estar ante su último baile olímpico, aunque con el capitán en el agua nunca se sabe. Tiene 38 años y ha jugado cuatro Juegos Olímpicos, tres con España y unos, los de Río 2016, con Brasil. Y su mejor resultado fue el cuarto puesto que logró España en Tokyo 2020. Ahora, en su quinta cita olímpica, sabe que está ante la gran oportunidad de ser una vez más el brazo derecho de David Martín en el agua y liderar a los suyos al 'Olimpo'.

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