Duran Duran pone broche final a un Festival de Montreux reinventado en las calles

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Antonio Broto

Montreux (Suiza), 20 jul (EFE).- Con dos de sus himnos más famosos de los 80, "Rio" y "Save a Prayer", el mítico grupo del pop británico Duran Duran puso este sábado punto final a 16 días de conciertos en la 58 edición del Festival de Montreux, muy diferente de otros años porque cambió sus escenarios cerrados habituales por conciertos en su plaza principal, lo que le dio un nuevo aire callejero y festivo.

Las obras que este año acomete en el Auditorio Stravinsky, habitual recinto para los conciertos del festival, obligaron a la organización a ensayar una nueva fórmula y adoptar un formato similar al de los festivales de verano, al aire libre y en plena calle, que acabó siendo un éxito y rejuveneció la gran cita musical suiza.

Un 92 % de las entradas de los conciertos celebrados en el nuevo escenario construido sobre el Lago Lemán, junto a la plaza del mercado y la famosa estatua de Freddie Mercury en el centro de la ciudad (Queen grabó muchos de sus discos en la ciudad suiza), son la principal demostración de que el público ha respondido positivamente a los cambios de última hora.

El lluvioso verano vivido en el centro de Europa no impidió que ninguna de las grandes figuras contratadas, desde Lenny Kravitz a Sting, Deep Purple, Alice Cooper, PJ Harvey, Massive Attack Kraftwerk o muchos otros, pudieran acudir al festival más importante del verano en Europa Central.

Para Duran Duran era su estreno en el festival, pese a una dilatada carrera de 46 años sobre los escenarios, y fueron recibidos con gran entusiasmo por el público, que coreó grandes éxitos como 'Wild Boys', 'Girls on Film' o 'Hungry Like The Wolf'.

Simon Le Bon, vocalista de la banda, decidió dedicar otro de sus grandes hits, 'Ordinary World', el tema que les devolvió al estrellato en los 90, a las víctimas de la guerra en Ucrania, en Gaza y también "a la gente de Israel que está en contra de esa terrible guerra".

Antes de Duran Duran, otra banda señera del synth pop británico de los 80, Soft Cell, calentó el ambiente mientras el sol se ponía sobre el lago no sólo con su tema más famoso, 'Tainted Love', sino también con otras de sus grandes baladas protagonizadas por el sintetizador de Dave Ball y la voz de Marc Almond, con la misma frescura de su juventud.

Uno de los puntos fuertes del festival fue el concierto de Deep Purple el 8 de julio, ya que, tocando sobre el lago y con humeantes efectos especiales, rindieron su especial homenaje a su 'Smoke On The Water', que compusieron en 1971 inspirados por el incendio que ellos mismos vivieron en el casino de Montreux ese año, y que por poco les deja chamuscados junto a Frank Zappa.

Un cuarto de millón de personas han asistido a los conciertos de pago, tanto los de la Escena del Lago como las del más íntimo recinto del Casino local, que también ha tenido que ser usado como alternativa por las obras del Stravinsky.

Según la organización, 12 de los 16 conciertos en el escenario lacustre colgaron el cartel de no hay entradas, que permitió acoger a 5.000 espectadores cada noche, mil más que el aforo de la sala principal del Stravinsky.

Montreux, oficialmente un festival de jazz pero que extiende desde hace décadas sus recitales al pop, el rock y otros estilos contemporáneos, se ha convertido en los últimos años en una marca franquicia que también celebra festivales complementarios en países como China, que acoge en octubre su cuarta edición, y Japón ,donde la tercera edición local será en diciembre. EFE

abc/rrt

(vídeo)

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