Barcelona, 20 jul (EFE).- El regatista olímpico francés Quentin Delapierre, timonel del AC75 del Orient Express Racing, considera en declaraciones a EFE que la Copa del América es "un desafío que reúne a toda una nación en torno a él", y no solo en lo deportivo porque "hay una gran parte que tiene que ver con la ingeniería y la tecnología en torno a estos increíbles barcos".
Nacido en Vannes, en la zona de la Bretaña junto al golfo de Morbihan, el miércoles pasado cumplió 32 años. Logró diploma olímpico en la clase Nacra17, junto a Manon Audinet en los pasado Juegos Olímpicos de Tokio.
El pasado fin de semana, en una final apasionante de temporada en el Circuito Mundial SailGP de catamaranes F50, se jugaba el pase a la Gran Final con España (que fue el vencedor del Circuito 2024), pero en la segunda jornada, y cuando lideraba la general, un error de maniobra, que calificó como "increíble", acabó con sus opciones, tras estrellarse su catamarán contra el equipo danés.
Una sanción de ocho puntos y la retirada de la manga hizo que en la General Final absoluta el equipo francés cayese del cuarto al octavo puesto.
El hecho de que todos los tripulantes del barco francés en el Circuito Mundial SailGP, a excepción de Manon Audinet, que será la timonel principal del equipo galo en la Copa del América Femenina, son los que estarán en el AC75 puede ser un factor importante en un equipo debutante.
Así, después de horas y horas en el simulador y navegando en el AC40 (monocasco de 11,90 metros con 'foils') y al poder disponer de un AC75 casi idéntico al 'Taihoro' del Team New Zealand, tras haber adquirido el paquete de diseño a los neozelandeses, los franceses se sienten con opciones.
"Hay un gran entusiasmo en el equipo, se puede sentir cada día que estamos en el agua; todos los técnicos y diseñadores quieren ver si estamos en buena forma en comparación con los demás. Estamos totalmente concentrados en nuestro rendimiento y se percibe una buena energía. Será fantástico competir en la Regata Preliminar y ver dónde podemos mejorar antes de la Louis Vuitton Cup (Torneo de Desafiantes)", dijo.
Junto a su cotimonel y amigo, el olímpico y campeón mundial de la clase 470, Kevin Peponnet, están diseñando la estrategia para la Regata Preliminar.
"Utilizamos las regatas de entrenamiento para probar el manejo de nuestro barco y su velocidad en línea recta. Será importante llegar a la zona de salida con todos nuestros procesos definidos y en cómo queremos abordar la secuencia final de salida", dijo.
Admite sentirse "ansioso" por comparar el rendimiento del Orient Express con el 'Alinghi Red Bull Racing' suizo y el American Magic estadounidense.
"Ahora, por lo que observo en Barcelona, el 'Luna Rossa Prada Pirelli' es quizás el rival más duro en este momento, y parecen bastante estables y rápidos en el agua", indicó.
Delapierre también comentó que el campo de regatas de Barcelona es "complicado" y las condiciones meteorológicas "serán un factor importante".
"Estoy convencido de que los diferentes diseños tendrán puntos fuertes en diferentes condiciones de viento. Creo que nuestro diseño es bastante bueno en general y puede superar todo tipo de condiciones de viento", dijo.
"Sea como sea, todavía tenemos mucho trabajo por hacer en el AC75 y mucho desarrollo por delante. Trabajamos en ello todos los días en Barcelona e intentamos sacar los barcos al agua todos los días y tratando de afinar cada proyecto de desarrollo para ver cuál debe ser nuestra prioridad", aseveró. EFE
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