Los cancilleres del G20 discutirán la reforma de la gobernanza global en la sede de la ONU

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Brasilia, 19 jul (EFE).- Los ministros de Relaciones Exteriores de los países del G20 se reunirán en septiembre próximo en la sede de la ONU para discutir una eventual reforma de esa institución y de otros organismos multilaterales, informaron este viernes fuentes oficiales brasileñas.

La reunión será celebrada al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que según el embajador Mauricio Carvalho Lyrio, jefe del equipo negociador brasileño en el G20, "es una señora que ya tiene casi 80 años y debe adecuarse a la realidad actual".

Lyrio destacó en rueda de prensa que será "la primera vez" que todas las naciones del G20, que reúne a las principales economías del mundo, discutan formalmente una reforma de la gobernanza global, que es defendida desde hace décadas por los países emergentes.

La reunión ha sido propuesta por Brasil, que durante este año ejerce la presidencia del G20 y tiene la histórica intención de ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Sin embargo, Lyrio precisó que la reforma que se plantea no se limita al Consejo de Seguridad, sino que apunta a las Naciones Unidas como un todo, a fin de insertarla en "las realidades" del Siglo XXI.

Citó como ejemplo que en la propia Carta de las Naciones Unidas, el tratado fundacional de esa organización, "casi no se habla del medioambiente", un asunto abordado en diversas declaraciones pero sobre el cual aún no existe una completa conciencia en el planeta.

También, mencionó que las propias Naciones Unidas han reconocido que el mundo tiene actualmente el mayor número de conflictos que se ha registrado en la historia y que el organismo hasta ahora no ha sido capaz de ponerles fin.

"La reforma es cada vez mas necesaria, pues está claro que el objetivo de prevención de conflictos", uno de los que inspiraron la fundación de la ONU, "no ha sido cumplido", declaró Lyrio.

El diplomático consideró que esa reunión ministerial puede ser "un paso" en la dirección de una reforma, pero admitió que el debate no es fácil.

"Estamos en un momento que no es simple, por las diferencias geopolíticas" que existen entre los países del G20, reconoció.

Aun así, subrayó que "el hecho de que países con posiciones tan antagónicas hayan aprobado la reunión ya es un buen indicio", aunque tampoco quiso crear muchas expectativas en cuanto a resultados. "Ya veremos hasta dónde podemos ir", apuntó.

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