Marta Rullán
Roma, 19 jul (EFE).- España se ha convertido en una "meta privilegiada del blanqueo de las inversiones" de la criminalidad organizada, en particular de la Camorra napolitana, dice a EFE el Fiscal Nacional Antimafia y Antiterrorismo italiano, Giovanni Melillo, que pide una colaboración como la que ya existe en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo o la ciberdelincuencia.
"Los datos de los que disponemos revelan que se trata de una especie de meta privilegiada del blanqueo de las inversiones especulativas de las organizaciones criminales italianas, en particular de la Camorra napolitana" y "hay cientos de actas judiciales que lo demuestran", afirma.
Melillo, de 64 años, de los que más de 30 los ha dedicado a la lucha contra la mafia, rechaza además que España sea un refugio para los jefes mafiosos huidos de Italia, que "se cuentan con los dedos de una mano".
"Acabo de terminar una reunión con mis colegas de Milán y de Calabria en la que se ha decidido hacer nuevas peticiones de asistencia judicial a los colegas españoles", revela nada más comenzar su entrevista con EFE.
En la cooperación, el aspecto "más preocupante para ambos países es la elección de España como escenario de la inversión especulativa procedente de la delincuencia organizada no sólo italiana, pero sobre todo italiana", dice Melillo, que tiene claras las causas de elegir "un país al que es agradable y fácil trasladarse, establecerse, tejer relaciones".
"Y hay sectores, el inmobiliario, el turístico hotelero, que son destinos naturales -en Italia y España- de los objetivos expansionistas de las organizaciones criminales, que no sólo permiten blanquear, sino también legitimar socialmente el paso de los delitos que han generado esos beneficios a actividades que en sí mismas generan beneficios", explica.
Por ello, es necesario reforzar la colaboración italo-española en un terreno en el que "carece de la continuidad, el dinamismo, la eficacia de ámbitos como el narcotráfico o el terrorismo, donde es excelente".
Melillo también destaca la gran cooperación en ciberdelincuencia, "el eje organizativo fundamental tanto del crimen organizado como del terrorismo", pues "si hay un rasgo que hace que estos dos fenómenos sean muy cercanos es el hecho de actuar sobre todo en el espacio virtual".
Responsable de la lucha antimafia de Nápoles durante décadas, Melillo fue nombrado en 2022 al frente del organismo que coordina todas las investigaciones del país sobre el crimen organizado.
"En algunos aspectos, las organizaciones criminales han conservado sus características originales, que son muy diferentes: Cosa Nostra (la mafia siciliana) no es la 'Ndrangheta (la mafia calabresa) ni la Camorra, pero al mismo tiempo han cambiado profundamente sus estrategias, sus métodos de trabajo".
Si en algo destacan las mafias italianas es en "una extraordinaria capacidad de adaptación" a la realidad, "más rápida que la de las instituciones del Estado", dice Melillo recordando las palabras del icónico juez antimafia Giovanni Falcone, que decía que siempre llevan 'un cuerpo de ventaja'.
Y aunque siguen teniendo "una gran capacidad de intimidación y de condicionamiento violento de la vida social", también "han trasladado sus componentes más sofisticados y refinados a otros campos".
"Son constelaciones de empresas que se mueven con extrema ligereza en el fraude fiscal, las facturas falsas, los delitos societarios, las quiebras dirigidas en detrimento de los acreedores, entre ellos, en particular, del Estado", lo que supone que "hoy en día también los prestatarios se encuentran en la cúspide de estas organizaciones, pues son los mercados los que definen sus estructuras".
Internacionalmente, los cambios son "aún más evidentes, especialmente en la N'drangheta y la Camorra" porque "nadie puede pretender gobernar solo el tráfico transnacional, lo que explica, por un lado, la dimensión global de fenómenos como el narcotráfico, el blanqueo de capitales y las ganancias derivadas y, por otro, nuestro esfuerzo por multiplicar los esfuerzos de cooperación con los países afectados, en particular de América Latina".
Sobre todo respecto al narcotráfico, "que no sólo es un gigantesco motor de alimentación financiera, sino también un extraordinario factor de desestabilización política y social", lo que "se ve mirando muchos países" latinoamericanos, "que están viviendo ataques a la soberanía de los Estados y a la seguridad de los magistrados, no muy diferentes de los que vivió Italia hace 30 años".
Melillo, que quiso recordar al fiscal uruguayo Marcelo Pecci y al ecuatoriano César Suárez, asesinados por el crimen organizado, alabó la "extraordinaria valentía y determinación" de los magistrados latinoamericanos. EFE
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