Nairobi, 18 jul (EFE).- El 81 % de los kenianos apoyan las recientes protestas en Kenia, impulsadas sobre todo por jóvenes de la llamada ‘generación Z’, que empezaron hace un mes para oponerse a una subida de impuestos y se han transformado durante semanas en movilizaciones antigubernamentales que han dejado al menos 50 muertos.
Según una encuesta de Tendencias y Perspectivas Para África (TIFA, por sus siglas en inglés), una empresa demoscópica con sede en Nairobi, poco más de ocho de cada diez encuestados (más de 1.500 a lo largo de todo el país) apoyan las manifestaciones.
Además, "el apoyo al movimiento Gen-Z trasciende las afiliaciones políticas, lo que indica un acuerdo amplio sobre la importancia de las cuestiones planteadas por ellos", destacó TIFA.
Las protestas, impulsadas sobre todo por los jóvenes nacidos entre mediados de los noventa y la primera década del siglo XXI, han sido fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad, que dispararon gases lacrimógenos, pelotas de goma e incluso munición real contra los manifestantes.
Así, no solo 50 personas perdieron la vida en las manifestaciones, sino que 413 resultaron heridas y se han registrado 59 desapariciones forzosas.
Sobre la respuesta de la Policía, el 75 % de los encuestados consideró que las fuerzas de seguridad emplearon una fuerza excesiva, el 17 % que emplearon un nivel de fuerza apropiado y el 8 % restante no estaba seguro.
Las masivas protestas, que arrancaron el pasado 18 de junio, se oponían inicialmente a un polémico proyecto de ley para subir los impuestos, pero se transformaron en movilizaciones antigubernamentales, pese a que el presidente keniano, William Ruto, retiró finalmente la iniciativa legislativa.
Frente a las presiones de los manifestantes, Ruto anunció el pasado día 11 la disolución de todo su Gobierno, excepto el ministro de Asuntos Exteriores y el vicepresidente, tras informar a principios de mes de una batería de medidas de austeridad.
Esta es la peor crisis de Ruto desde que llegó al poder en septiembre de 2022.
Kenia, estrecho aliado de Occidente, destaca como una de las economías de más rápido desarrollo de África, pero las desigualdades persisten y uno de cada tres kenianos sobrevive con apenas dos dólares al día, según el Banco Mundial. EFE
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