El ministro extremista Ben Gvir realiza otra polémica visita a la Explanada de las Mezquitas

Guardar

Jerusalén, 18 jul (EFE).- El ministro israelí de Seguridad Nacional, el extremista judío Itamar Ben Gvir, realizó este jueves otra polémica visita a la Explanada de las Mezquitas, principal foco de tensión en Jerusalén, "para orar por los secuestrados" aunque en el recinto el culto está reservado a musulmanes.

"Esta mañana subí al Monte del Templo (como los judíos se refieren a la Explanada) para orar por el regreso de los secuestrados, pero sin un acuerdo despilfarrador, sino mediante una creciente presión militar contra Hamás y su continuo aplastamiento", afirmó Ben Gvir en una declaración de vídeo subida a su cuenta de X desde la Explanada.

El ministro, como principal representante del ala dura del gobierno, se opone a cualquier negociación o acuerdo con Hamás, y ha amenazado con abandonar la coalición si se firma.

La última vez que Ben Gvir visitó la Explanada de las Mezquitas fue el pasado 5 de junio, con motivo del Día de Jerusalén, que conmemora la "reunificación" de la ciudad cuando las tropas israelíes ocuparon su mitad este tras la Guerra de los Seis días en 1967, y su posterior anexión en 1980.

"El Monte del Templo es nuestro", clamó ese día el ministro -condenado en el pasado por incitación, vandalismo y apoyo a grupo terrorista, los supremacistas judíos de Kahana-, causando un fuerte malestar entre las autoridades palestinas, y forzando incluso una declaración de la Oficina del Primer Ministro, aclarando que no tiene intención de cambiar el 'statu quo' del lugar.

Los judíos se refieren al recinto como Monte del Templo porque allí se levantó el Segundo Templo y ubican la piedra donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac, y por eso es el lugar más sagrado para ellos; mientras que para los musulmanes es el tercer lugar más sagrado tras Meca y Medina, donde el Corán ubica el ascenso del profeta Mahoma al cielo.

Según el 'statu quo' vigente desde 1967 -cuando Israel ocupó la parte este de Jerusalén, donde se encuentra la Explanada-, el recinto está reservado exclusivamente al culto de musulmanes, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes, ya que las leyes judías prohíben a sus fieles orar en el lugar más sagrado para ellos, algo solo permitido a algunos rabinos.

Por eso, el rezo judío se practica en el Muro de los Lamentos -ubicado en uno de los laterales de la Explanada-, y así lo aconseja el Gran Rabinato de Israel, aunque en los últimos años algunos rabinos alineados con el movimiento del sionismo religioso han cambiado esa recomendación y abogan por el rezo donde se levantó el Segundo Templo.

Para los palestinos e incluso para Jordania -país que custodia el lugar desde 1967-, ese cambio es más político que religioso, un intento de judaización de todo Jerusalén.

La visita a la Explanada de las Mezquitas en septiembre de 2000 del entonces líder del Likud, Ariel Sharon, fue el detonante de la Segunda Intifada, y la entrada masiva de judíos, y cargas policiales contra palestinos, en el recinto fue una de las causas que encendió la violencia en mayo de 2021, que provocó una grave escalada militar en Gaza y enfrentamientos entre árabes y judíos en varias ciudades mixtas de Israel. EFE

sga/ig

(vídeo)

Guardar