El Foro sobre Migraciones del Mediterráneo concluye sin declaración conjunta

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Trípoli, 18 jul (EFE).- El Foro sobre Migraciones del Mediterráneo, celebrado en la capital libia, concluyó en la noche de este miércoles sin una declaración conjunta, como esperaba el Gobierno de Trípoli, pero fue la ocasión para reivindicar mayor apoyo y financiación europea a los países del Magreb y firmar acuerdos bilaterales de expulsión.

La treintena de países y organizaciones participantes acordaron formar un grupo de trabajo con el fin de identificar los proyectos de desarrollo prioritarios en los países africanos de origen, en línea con lo propuesto por el primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), Abdulhamid Dbeibah- anfitrión de este encuentro-, que defendió reasignar el presupuesto destinado a la lucha contra la migración a estos países para crear estabilidad.

"Durante diez o cincuenta años se ha gastado dinero en este problema y no se ha solucionado", insistió Dbeibah, "ese dinero debe gastarse allí (en los países de origen) y no en campos de detención, ya sea en Libia o en Europa".

El dirigente rechazó "cualquier proyecto de asentamiento permanente" de migrantes en su territorio, en el que se encuentran, según el Ministerio del Interior, cerca de 2,5 millones de ciudadanos extranjeros, de los cuáles entre el 70% y el 80 % entró ilegalmente. Sin embargo, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Libia acoge en torno a 700.000 personas originarias de 44 estados, en su mayoría del África subsahariana.

El país magrebí y su vecino Túnez son los principales puntos de partida de la migración hacia Europa, que se encuentra a apenas 300 y 150 kilómetros de distancia respectivamente, por lo que en los últimos años han reforzado, con apoyo logístico y financiero de la Unión Europea, las operaciones para interceptar embarcaciones precarias.

Como consecuencia, estas personas quedan varadas y, en muchos casos, sufren acoso policial, expulsiones forzadas y privación de libertad. En el caso de Libia, las organizaciones humanitarias han criticado su trato a los migrantes y denunciado la implicación de la Guardia Costera en la violación de derechos humanos y su colaboración con redes de trata y esclavitud.

El primer ministro de Túnez, Ahmed Hachani, instó a sus socios europeos a aumentar la asistencia financiera, hasta ahora "insuficiente", a países con pocos recursos como el suyo lo que no ha impedido, según el Ministerio del Interior, interceptar desde enero a más de 74.000 personas que trataban de cruzar el Mediterráneo.

A finales de 2023 la Unión Europea desbloqueó el primer pago de 150 millones de euros a Túnez tras la firma del memorando de estabilidad financiera y control migratorio que ha sido criticado no sólo por las ONG, que consideran que no es un lugar "seguro" para los migrantes, sino también por el Parlamento Europeo que cuestiona la opacidad de este acuerdo.

Desde entonces, el Gobierno italiano se felicita por los "buenos" resultados después de registrar un total de 30.348 llegadas, lo que supone un 61% menos que durante el mismo periodo del año pasado, de los cuales 17.600 llegaron desde Libia y 11.000 lo hicieron desde Túnez.

En este sentido, el responsable de Interior italiano, Matteo Piantedosi, apostó por establecer una fuerza conjunta entre la Policía Europea y los países participantes ya que "el objetivo común que debemos perseguir no es aliviar la situación migratoria en Italia o en Europa, nuestra ambición debe ser crear las condiciones para una reducción regional de los flujos ilegales en beneficio de todos los países".

Al margen de este foro, el Gobierno de Trípoli, reconocido por la comunidad internacional, firmó ayer un acuerdo de cooperación con Chad- con quien comparte cerca de 1.000 kilómetros de frontera- para facilitar la identificación y repatriación de ciudadanos chadianos en situación irregular y ofrecer asistencia financiera a aquellos que opten por el "retorno voluntario".

El ministro del Interior libio, Imad Trabelsi, afirmó que continuarán con el "retorno voluntario" de todos los migrantes en situación irregular, excepto de Palestina, Sudán y Siria, y aseguró "no haber recibido ninguna solicitud de Europa, oficial o extraoficial, para asentar a los migrantes dentro de Libia". EFE

mak-nrm/cg

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