Milwaukee (EE.UU.), 18 jul (EFE).- Inmigración, inflación, seguridad, educación o identidad de género son los temas de los que más se está hablando esta semana en la convención republicana que el partido celebra en Milwaukee y donde está habiendo un gran ausente, pese a ser uno de los temas que más preocupa a muchas mujeres estadounidenses: el aborto.
Cuando el pasado lunes, dos días después de sobrevivir a un intento de asesinato, Donald Trump (2017-2021) nombraba a su vicepresidente y elegía a un joven senador de 39 años, J.D. Vance, como su fórmula electoral, la prensa comenzaba a destacar algunas de sus posturas extremas, especialmente lo concerniente al aborto.
Vance se opone al derecho al aborto y ha llegado a decir (aunque luego intentó matizarlo) que incluso en caso de incesto o violación, con pequeñas excepciones cuando la vida de la madre esté en peligro.
Pero el miércoles, en su discurso de aceptación del nombramiento, no tuvo referencia alguna al aborto ni lanzó ninguna consigna 'pro vida', como llaman los conservadores a su visión antiabortista, pese a la presencia de miles de republicanos radicales pertenecientes al movimiento MAGA ('Make America Great Again'), para quienes la defensa de la vida desde la concepción es una de sus luchas más férreas.
Como si se tratara de una consigna impuesta por el propio partido, en el escenario del foro Fiserv de Milwaukee por el que están desfilando las principales figuras de la formación no están hablando del tema, ni ha sido una temática central como lo fue la economía en el primer día, la inmigración en el segundo, la seguridad en el tercero y el futuro de EE.UU. en el cuarto y último.
En una entrevista con Fox News después de su nombramiento, Vance intentaba matizar su postura y afirmaba que respetaría el punto de vista de Trump, quien echa balones fuera al respecto y cree que tiene que ser una cuestión que decidan los estados.
Todo ello pese a ser –y presumir siempre de ello- el responsable de la caída hace dos años de la doctrina 'Roe vs Wade' que protegía el derecho al aborto a nivel nacional. Hoy son los estados quienes deciden y en más de una veintena se han aprobado restrictivas normas que dificultan el acceso al aborto a millones de mujeres.
El Partido Republicano sabe que el aborto les quita votos. Según una encuesta recientemente publicada por Kaiser Family Foundation (KFF), entre las mujeres republicanas en edad reproductiva, entre 18 y 49 años, el 53 % apoya una ley que garantice el derecho al aborto en todo el país.
Por eso no es de extrañar que se haya apostado por silenciar este tema y que en el recinto donde se celebra la convención los antiabortistas, que siempre acostumbran a dejarse ver y hacerse oír en este tipo de eventos y en mítines o marchas, no hayan hecho muchas referencias 'pro vida'.
Ni siquiera en el stand de la Heritage Foundation, el polémico centro de pensamiento que ha elaborado el Proyecto 2025, un plan de propuestas políticas para Estados Unidos que presenta ideas bastante agresivas para utilizar el poder federal para prohibir abortos y restringir el acceso a los anticonceptivos y a las píldoras abortivas.
Hay folletos sobre la visión de la institución en temas como la inmigración o la educación, pero no sobre el aborto. "No, no hemos traído folletos sobre aborto", apunta a EFE una de las personas que atiende la mesa.
El propio Trump ha dicho que el Proyecto 2025 va "demasiado lejos" en temas de aborto y es "demasiado severo" y ha tratado de desmarcarse del mismo, pese a que, según CNN, unas 140 personas que trabajaron para él están involucradas.
En el primer día de convención, los delegados del Partido Republicano que confirmaron a Trump como el candidato a la Presidencia aprobaron su plataforma política y suavizaron su lenguaje sobre el aborto, un hecho más que confirma que prefieren tener cuidado con el tema.
En una rueda de prensa celebrada en Milwaukee, la campaña de Joe Biden acusó el miércoles al expresidente de estar llevando a cabo una campaña de maquillaje sobre el tema.
"Está intentando moderar su posición", apuntó Quentin Fulks, subdirector de la campaña presidencial demócrata, pero el hecho de que haya elegido a Vance muestra que no tiene miedo a seguir con "la agenda extrema contra la libertad reproductiva".
Paula Escalada Medrano