Denuncian "intimidaciones" de la guardia costera libia en un rescate en el Mediterráneo

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Roma, 18 jul (EFE).- La oenegé de rescate Sea-Eye denunció este jueves que los últimos días sufrió "varias intimidaciones" por parte de la Guardia Costera de Libia cuando rescataba a migrantes en aguas internacionales del Mediterráneo, una dinámica de la que estas semanas también se quejaron otros grupos de salvamento en la zona.

"La llamada Guardia Costera Libia intentó varias veces intimidar a la tripulación" del barco Sea-Eye 4 durante una misión de rescate a migrantes el pasado 16 de julio, informó en un comunicado.

Tras ello, "la llamada Guardia Costera libia prendió fuego" al bte de fibra de vidrio en el que navegaron ocho personas rescatadas, y "rodeó dos veces con sirenas" al Sea-Eye 4.

"Nos pidieron que abandonáramos la zona -pese a que no tienen autoridad legal para hacerlo en aguas internacionales- y nos persiguieron durante mucho tiempo", aseguró.

Se trató de "un claro intento de intimidación" que causó también "más angustia a las personas que ya se hallan en una situación difícil", denunció Julie Schweickert, directora de operaciones a bordo del Sea-Eye 4.

Existe un claro patrón de comportamiento de la Guardia Costera libia: "Actúa repetidamente de forma extremadamente agresiva y violenta, lo que ya ha provocado la muerte de personas" en el pasado, según la oenegé.

Los malos tratos suceden ya en Libia, donde muchos migrantes se arriesgan al "encarcelamiento en campos de detención donde están expuestos a graves violaciones de derechos humanos", remarca Sea-Eye.

El barco del grupo de salvamento rescató a un total de 31 personas en varias operaciones los últimos días, entre ellos una madre con un bebé y otros "en mal estado de salud, incluso en estado crítico".

Por ello, "necesitan atención médica lo más rápido posible", pero las autoridades italianas asignaron al Sea-Eye 4 la ciudad de Ortona como puerto de desembarque, en las costas del Adriático en el centro de Italia, muy lejos de su posición actual.

Esto es parte de la llamada política de 'puertos lejanos' que el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni adopta para los grupos de salvamento en el Mediterráneo, que se ven obligados a navegar cientos o miles de kilómetros para dejar a tierra a los rescatados.

Los críticos interpretan esta medida como una forma de limitar los rescates de migrantes en el mar y contener la migración irregular, uno de los actuales caballos del batalla del Ejecutivo italiano.

Ante ello, denuncia Sea-Eye, su barco "tendrá que recorrer un largo camino" hasta el puerto designado y "estará desaparecido de la zona de operaciones durante días, pese a que ahí se necesiten urgentemente sus capacidades de rescate".

Otra barco que el lunes rescató a 34 personas en el Mediteráneo y le fue asignado un puerto lejano fue el Aita Mari, de la oenegé vasca Salvamento Marítimo Humanitario, que se prevé que el viernes llegue al puerto de Ravena, en el centro-norte de Italia.

Ayer, la oenegé SOS Mediterranée rescató a 38 personas, parte de las cuales sufrieron "quemaduras por combustible y luz solar" tras varios días navegando en alta mar. EFE

jma/pddp

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