Ataques israelíes en la Franja de Gaza dejan más de 50 muertos en las últimas 24 horas

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Jerusalén, 18 jul (EFE).- Al menso 54 personas murieron y otras 95 resultaron heridas en las últimas 24 horas en la Franja de Gaza mientras el Ejército de Israel continúa su ofensiva militar por aire, tierra y mar sobre el devastado enclave palestino, donde la situación humanitaria se agrava cada día más.

"La ocupación israelí cometió tres masacres contra familias en la Franja de Gaza" durante el último día, lo que eleva la cifra total de víctimas a 38.848 muertos y 89.459 heridos desde que estalló la guerra el 7 de octubre pasado, hace 286 días, informó este jueves el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo islamista Hamás.

A estas cifras se añaden los miles de desaparecidos que siguen atrapados bajo los escombros u otros puntos a los que las ambulancias no han podido llegar, así como 1,9 millones de desplazados -casi el total de la población gazatí- que sobreviven en medio de una creciente hambruna, la escasez de agua y medicamentos y el colapso de los hospitales.

Este jueves, cinco palestinos murieron, cuatro niños están desaparecidos y un número indeterminado de personas resultó herida tras un bombardeo del Ejército de Israel contra una casa familiar en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja, informó la agencia oficial de noticias, Wafa.

Cerca de ahí, en la ciudad de Deir al Balah -señalada hace unos días por Israel como lugar seguro para los desplazados de Ciudad de Gaza- tres personas murieron y otros resultaron heridos por un bombardeo, añadió la agencia.

También en el centro de la Franja, pero en el campamento de refugiados de Nuseirat, los equipos de ambulancia transportaron a siete personas heridas, entre ellas niños y una mujer, al Hospital Al Awda después de que las fuerzas israelíes bombardearan un apartamento residencial.

Por otro lado, las tropas de artillería de Israel atacaron viviendas al este de la ciudad de Jan Yunis así como en la ciudad de Rafah, en el extremo sur del enclave, aseguró Wafa.

De su lado, el Ejército confirmó su ofensiva en Rafah y aseguró que en el último día localizó varios túneles y mató a varios milicianos.

La incursión israelí en esta ciudad fronteriza con Egipto acumula ya dos meses pese a que ahí se encuentran decenas de miles de desplazados de guerra que no tienen dónde refugiarse.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) denunció este jueves que su hospital de campaña en Rafah está funcionando casi al límite de su capacidad después de que fueran ingresados en él muchos de los heridos en el reciente ataque israelí contra Al Mawasi.

El sábado pasado, Israel atacó esa zona -a pesar de haberla clasificado como "humanitaria"- con el objetivo de matar a Mohamed Deif, comandante de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás. Su muerte no ha sido confirmada pero en el ataque sí murieron 90 gazatíes y otros 300 resultaron heridos.

Jerusalén, 18 jul (EFE).- El último informe de la ONG Oxfam Intermón, Water War Crimes (Crímenes de guerra de agua), denuncia que Israel, desde el estallido de la guerra, ha reducido en un 94% el suministro de agua en Gaza, lo que significa que los gazatíes solo disponen por día y por persona de hasta 4,74 litros de agua, poco menos de la tercera parte de la cantidad mínima recomendada en situaciones de emergencia.

"Ya hemos visto a Israel aplicar castigos colectivos y utilizar el hambre como arma de guerra en un desprecio por la vida humana y el derecho internacional. Ahora vemos cómo hace lo mismo con el agua, y ya se están produciendo consecuencias mortales", critica Lama Abdul Samad, especialista en Agua y Saneamiento de esta ONG especializada en ofrecer agua en situaciones de emergencia.

El informe señala que los ataques israelíes destruyen cinco instalaciones de la infraestructura de agua y saneamiento cada tres días, desde el inicio del conflicto en el enclave.

Además, sostiene que la ofensiva israelí también ha destruido el 70% de las bombas de aguas residuales y el 100% de las plantas de tratamiento de aguas residuales, así como los principales laboratorios de análisis de la calidad del agua de Gaza.

Esta situación está derivando en una "falta extrema de agua limpia", lo que ya ha provocado que más de una cuarta parte (el 26%) de la población gazatí haya sufrido problemas de salud, como la diarrea aguda, hepatitis A y otras infecciones, tal y como ha constatado a lo largo de estos meses Médicos Sin Fronteras (MSF).

"La restricción deliberada del acceso al agua no es una táctica nueva. El Gobierno de Israel lleva muchos años privando a la población palestina de Cisjordania y de Gaza de agua potable y en cantidades suficientes", apunta Abdul Samad.

"Mis compañeras y compañeros y yo mismo hemos vivido una pesadilla durante los últimos nueve meses”, lamenta, por su parte, Monther Shoblak, director general del servicio de agua para Gaza perteneciente al Servicio de Agua de los Municipios Costeros.

Al menos 34 niños han muerto en Gaza por desnutrición y deshidratación, según los últimos datos proporcionados por la oficina de prensa del Gobierno gazatí, el pasado 22 de junio.

Oxfam, en su comunicado, insiste en que solo un alto el fuego "inmediato y permanente" acompañado de medidas puede proteger a una población hambrienta y con muchas dificultades para acceder a agua potable.

También le pide a Israel asumir los costes de la reconstrucción de la infraestructura de agua y saneamiento.

Desde el inicio de la guerra, hace hoy 286 días, la cifra total de muertos ha ascendido a 38.848 y la de heridos a 89.459, informó este jueves el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo islamista Hamás.

Jerusalén, 18 jul (EFE).- Más de la mitad de las tierras cultivables en la Franja de Gaza han resultado dañadas por la guerra y los bombardeos de Israel han destruido granjas, mercados, sistemas de abastecimiento de agua, molinos y almacenes de alimento, mientras los gazatíes enfrentan el hambre y el desplazamiento forzado, denunció este jueves la organización Acción contra el Hambre.

"La mayoría de los agricultores que quedan (en la Franja) no pueden acceder a sus tierras y, los que pueden, las encuentran dañadas o destruidas", deplora la ONG con sede en Francia, que cita imágenes satelitales de la ONU tomadas entre mayo de 2017 y 2024 que muestran que 57% de los campos de cultivo y tierras cultivables han sufrido un deterioro.

De estas tierras dañadas, aproximadamente 61% eran huertos, 19% hortalizas y 20% cereales.

Según la organización, el paso de vehículos pesados, los bombardeos y otras agresiones relacionadas con el conflicto han dañado no sólo la tierra, sino también las infraestructuras agrícolas de la Franja de Gaza.

"Casi el 33% de los invernaderos han resultado dañados, más del 46% de los pozos, casi el 65% de los paneles solares y más de 2.300 infraestructuras agrícolas han quedado total o parcialmente destruidas", detalla, al subrayar que la destrucción de infraestructuras civiles, incluyendo donde se procesan agua y alimentos, constituye una violación directa del derecho internacional humanitario.

"La crisis actual pone en peligro miles de vidas: las comunidades se enfrentan a graves dificultades para acceder a alimentos básicos debido a la falta de garantías en la entrega de suministros y a las constantes interrupciones en el acceso a los mercados locales, lo que se traduce en una dependencia cada vez mayor de la ayuda humanitaria", cuya entrega está muy dificultada, deplora la ONG.

La guerra en Gaza, que estalló hace más de nueve meses, ha provocado el desplazamiento forzado de 1,9 millones de gazatíes, es decir, casi la totalidad de la población, mientras sobreviven a una crisis humanitaria sin precedentes que, según la ONU, deja a los palestinos en inseguridad alimentaria y con gran riesgo de hambruna.

"Los desplazamientos masivos de población también han tenido un impacto devastador en la producción agrícola y han provocado un aumento significativo de los precios de los alimentos. Muchos agricultores perdieron el acceso a tierras que han cuidado durante décadas, perdiendo no sólo su medio de vida, sino también una parte de la historia", denuncia Acción contra el Hambre.

"Aunque las hostilidades cesaran hoy, los daños causados a las tierras agrícolas tendrán consecuencias negativas a largo plazo para la producción de alimentos, debido a la contaminación del suelo y a las municiones sin explotar", advierte la ONG, al citar un estudio de la ONU que asegura que limpiar Gaza de bombas sin explotar podría llevar 14 años.

Este mismo jueves, el ejército de Israel bombardeó con dos misiles terrenos agrícolas en las proximidades de la comisaría de policía de un campamento de refugiados en el centro de Gaza, así como tierras de campesinos al norte de la ciudad de Dair al Balah, informó la agencia de noticias palestina, Wafa.

Acción contra el Hambre asegura haber llegado a más de 900.000 personas en Gaza desde que estalló la guerra, ya sea distribuyendo alimentos, suministrando semillas, fertilizantes y herramientas agrícolas, reparando infraestructuras o con formaciones agrícolas.

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