Michel echa en cara a Orbán su visita a Putin y avisa: "Rusia es el agresor y Ucrania, la víctima"

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El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha echado en cara al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, la visita que hizo por sorpresa a Moscú para reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, y le ha advertido de que "Rusia es el agresor y Ucrania, la víctima", además de recordarle que la presidencia del Consejo, que Hungría ostenta este semestre, no tiene mandato para representar a la UE. "No puedo aceptar su afirmación de que hemos llevado una 'política favorable a la guerra'. Es todo lo contrario", ha afirmado Michel en una carta remitida a Orbán a la que ha tenido acceso Europa Press y en la que le recrimina sus visitas a Putin y al presidente chino, Xi Jinping. Michel ha enviado la carta con copia a todos los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, como ya hizo Orbán en un primer escrito que remitió a todos los líderes para justificar su viaje, que Budapest ha calificado de "misión de paz". Además, ha defendido que "no se puede hablar de Ucrania sin hablar con Ucrania" y que la UE "se ha esforzado sistemáticamente por conseguir un amplio apoyo internacional para una paz global, justa y duradera basada en la Carta de Naciones Unidas y en el Derecho Internacional, en consonancia con los principios y objetivos clave de la fórmula de paz de Ucrania". "La Unión no ha escatimado esfuerzos para llegar a todos los socios a este respecto, incluido China", ha apostillado el presidente del Consejo Europeo, quien sostiene que "el camino más directo hacia la paz es que Rusia retire todas sus fuerzas de Ucrania y respete la integridad territorial de Ucrania y la Carta de la ONU". Michel también ha insistido en su misiva a Orbán en que "Rusia está llevando a cabo una guerra de agresión en flagrante violación del Derecho Internacional, de la integridad territorial de Ucrania y de su soberanía, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas" y ha reiterado el "compromiso inquebrantable" de la UE de apoyar a Ucrania y a su pueblo "durante el tiempo que sea necesario y con la intensidad que haga falta". El pulso político de Orbán ha generado tal descontento en Bruselas que varios gobiernos europeos han rechazado asistir a las reuniones informales que se celebren en territorio húngaro durante el semestre de su presidencia, un boicot al que también se ha sumado la Comisión Europea, que tampoco enviará a sus comisarios a estas citas para castigar la provocación de Budapest. Previamente, en una discusión a nivel de embajadores la semana pasada, todos los Estados miembro a excepción de Eslovaquia ya reprendieron al Gobierno húngaro por la ambigüedad con la que su primer ministro viajó sin tener mandato para hablar en nombre de la Unión pero rodear la visita de los símbolos de la presidencia del Consejo de la UE. Le acusaron de dañar la unidad del bloque e ir en contra de los Tratados por viajar por sorpresa a Moscú para verse con Putin, sin coordinación con el resto de líderes europeos, en un análisis que también respaldan los servicios jurídicos del Consejo.

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