Jaime Ortega Carrascal
Bogotá, 16 jul (EFE).- El 16 de julio de 1984 Colombia logró su primera hazaña en el Tour de Francia, el triunfo de 'Lucho' Herrera en la etapa 17, en la cima de Alpe d'Huez, una victoria que, 40 años después, el protagonista recuerda como algo "emocionante" pero "muy duro".
Con el dorsal 141, Herrera era el jefe de filas del equipo aficionado de Colombia, patrocinado por la marca de baterías Pilas Varta, que se sumó a la tarea quijotesca de un grupo de dirigentes y periodistas decididos a llevar a la mejor carrera del mundo a una escuadra nacional para competir con campeones como Bernard Hinault, Laurent Fignon, Greg Lemond o Pedro Delgado.
El equipo de Pilas Varta había debutado en el Tour en 1983 con una nómina en la que destacaban José Patrocinio Jiménez, Édgar Corredor, Alfonso Flórez y Samuel Cabrera, bajo la dirección del exciclista español Luis Ocaña, campeón de la ronda gala de 1973.
Los buenos resultados de los escarabajos ya se habían hecho notar con los títulos de Alfonso Flórez en el Tour de l'Avenir de 1980 y de Martín Ramírez en el Dauphiné Libéré de 1984, pero no fue hasta la victoria de Herrera, que debutó en Europa ese año, que Colombia entró por la puerta grande del ciclismo mundial.
"Creo que ese día logramos ganar una etapa con bastante esfuerzo, fue la primera etapa en el Tour de Francia que logramos conseguir (los colombianos)", afirma Herrera en declaraciones a EFE sobre aquel triunfo en la etapa 17.
El colombiano ya había mostrado sus dotes de escalador con dos segundos lugares en la etapa 11, entre Pau y Guzet Neige, en la que llegó detrás del escocés Robert Millar, y en la 16, una contrarreloj individual de 22 kilómetros entre Les Echelles y La Ruchère, en la que solo fue superado por Fignon, que defendía el título de campeón del Tour de 1983.
Por eso al día siguiente, en la etapa de 151 kilómetros entre Grenoble y Alpe d'Huez, el pelotón no se sorprendió cuando Herrera, entonces de 23 años, que iba en cabeza de carrera con Hinault, lo soltó en mitad del ascenso al puerto alpino para hacer en solitario los kilómetros finales e inscribir el nombre de Colombia por primera vez en el Tour.
"Fue una etapa muy dura, muy sacrificada, pero al final logré ganar con bastante esfuerzo; correr en Europa es bastante duro", afirma.
Colombia se paralizó esa mañana de julio con las transmisiones de la radio y la televisión, que pusieron el himno nacional como fondo en el momento en que Herrera levantaba los brazos victorioso en la meta. A 49 segundos llegó Fignon y detrás el español Ángel Arroyo, Millar, el colombiano Rafael Acevedo, Lemond e Hinault.
"Sí pensé que íbamos a estar todos contentos pero no a tal magnitud", responde Herrera al ser preguntado si se imaginó el impacto que su épica victoria iba a tener en el país.
Herrera, conocido como 'el jardinerito de Fusagasugá', por su pueblo natal, en el departamento de Cundinamarca, afirma con la sencillez que lo caracteriza: "Fue la primera vez que logramos ganar en Europa, en el Tour de Francia, que es la carrera más importante del mundo".
"Eso quedó marcado como para la historia del ciclismo en la cual mostramos que sí podíamos competir y ganar en Francia", agrega.
En el Tour, además de ganar la camiseta de la montaña en dos ocasiones, Herrera se impuso en 1985 otras dos etapas, la que terminó en Morzine Avoriaz, por delante de Hinault y Delgado, y la épica victoria tres días después en Saint Etienne, cuando se cayó en el descenso a seis kilómetros de la meta, que cruzó con el rostro ensangrentado.
"Cada etapa tiene su mérito, en la de Saint Etienne tuve la caída y afortunadamente me pude levantar rápido y ganar por unos segundos, pero ambas (Alpe d'Huez y Saint Etienne) fueron triunfos muy buenos", asegura.
El colombiano, que también fue campeón de la Vuelta a España de 1987 y de etapas y de la camiseta de la montaña en la ronda ibérica y en el Giro de Italia, reconoce que el ciclismo colombiano, que ha tenido grandes triunfos en Europa, no vive un buen momento.
"Sabemos de los problemas que han tenido nuestros ciclistas, de las dificultades, pero esperemos que más adelante todo mejore", señala.
Y sobre la rivalidad en el Tour de este año, entre los dos campeones, Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, Herrera considera que "son dos corredores muy buenos, con grandes condiciones y capacidades", pero ve mejor al esloveno.
"Creo que Pogacar está como más fuerte, aunque ambos están muy parejos pero a veces también cuenta un poquito la suerte", concluye. EFE
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