Berlín, 15 jul (EFE).- La Eurocopa de Alemania ha servido de escaparate para impulsar la precoz carrera de los que apuntan a ser grandes estrellas del fútbol mundial. Una rebelión adolescente que personifican el español Lamine Yamal y el turco Arda Güler.
La aparición del extremo español ha conmocionado a toda Europa. Titular desde el principio del torneo, el joven delantero del Barcelona, de 17 años recién cumplidos, se ha consagrado como la figura más emergente del fútbol mundial.
Tras dejar sus primeros indicios de lo que es capaz durante la temporada en el Barcelona, Alemania 2024 ha sido testigo del nivel que puede llegar a alcanzar el joven futbolista, al que no se le intuye techo alguno.
No sólo sus supersónicas conducciones han causado furor en la Eurocopa. Su excepcional visión de juego para dar los últimos pases ha deslumbrado a todos, igual que su golazo a Francia: el asombroso tanto con el que empató el duelo de semifinales contra Francia ya está en la historia de la selección española. Y es que en el caso de Lamine Yamal, no solo es suyo el futuro, sino también el presente. Y aún no alcanza ni la mayoría de edad.
Quien también ha cautivado a las aficiones europeas ha sido Arda Güler. Tras una irregular temporada, lastrado por las lesiones y la falta de oportunidades en el Real Madrid, aterrizó en el máximo torneo de selecciones continentales con ganas de reivindicar al prometedor media punta por el que se pelearon los blancos el verano pasado.
Y el desafío ha sido un éxito. En su debut en el torneo ante Georgia ya dejó muestras de sus ilimitados recursos. El media punta lanzó con su privilegiada bota izquierda un imparable misil teledirigido que perforó la portería rival.
El sublime estreno dio paso a una suplencia ante Portugal, por fatiga, y a un discreto partido ante República Checa, pero al joven otomano aún le quedaba bastante repertorio para el resto de la competición. Dos córners botados magistralmente por el 8, dorsal que luce en Turquía, ante la emergente Austria se tradujeron en dos tantos de Merih Demiral que propulsaban a la nación de la luna y la estrella en octavos de final.
Pero para pase, y con precisión milimétrica desde la teórica pierna mala, el que colocó en cuartos a la cabeza de Semat Akaydin, para que este marcara ante Países Bajos. Ante los neerlandeses, Güler protagonizó sus mejores minutos del torneo. Omnipresente, clarividente y resolutivo, estuvo a punto de anotar el gol que hubiera sentenciado el choque contra los tulipanes, pero su disparo de falta se estrelló en el poste. Y Turquía sucumbió.
Wirtz llegó a la Eurocopa con la intención de refrendar una estratosférica campaña. Su tanto a los diez minutos ante Escocia auguraba una actuación estelar del jugador del Leverkusen, pero dos irregulares choques ante Hungría y Suiza le relegaron a la suplencia, en favor de Sané, en octavos y cuartos contra Dinamarca y España, respectivamente.
Frente a los de Luis de la Fuente, tras saltar al campo al inicio del segundo tiempo, un tanto del joven germano en los momentos finales del partido devolvió las esperanzas de clasificarse a los aficionados de la ‘Mannschaft’. El media punta incluso dispuso de ocasiones para poner por delante a los teutones en la prórroga, pero el postrero gol de Mikel Merino resolvió el choque.
Quien sí ha podido lucirse durante la Eurocopa ha sido Xavi Simons. Después de una participación testimonial en el Mundial de Catar, el neerlandés propiedad del PSG, ha afianzado en la Eurocopa su condición de futbolista emergente conduciendo a su país a semifinales.
Aunque le ha faltado algo de consistencia, los mejores momentos de Países Bajos en la Eurocopa han venido siempre acompañados de una gran actuación del centrocampista criado en la cantera del Barcelona. Su mejor versión se vio en la fase eliminatoria. A un sólido partido contra Rumanía, le siguió uno bastante influyente ante Turquía, contribuyendo de manera decisiva a la remontada.
En las semifinales ante Inglaterra, un cañonazo de Simons a los 7 minutos abría la puerta del último partido, pero los ingleses se la cerraron. Con todo ello, el torneo ha revalorizado centrocampista, que se posiciona como estandarte de los neerlandeses y coloca a su club en un compromiso de qué hacer con él: si volver a cederlo o darle por fin una oportunidad.
Precisamente el verdugo de Simons y Países Bajos, Inglaterra ha alumbrado en esta Eurocopa al que puede ser su medio centro de referencia en la próxima década: Kobbie Mainoo.
Pese a comenzar como suplente en el anodino conjunto que dirige Gareth Southgate, el paso de los partidos decantó al cuestionado técnico inglés a alinearlo ya como titular desde octavos de final ante Eslovaquia. Y el pivote del Manchester United ha respondido.
Otros jóvenes que han dejado su impronta en el campeonato o indicios de lo que pueden llegar a ser son el portugués Francisco Conceição, con su tanto salvador ante la República Checa, o el suizo Dan Ndoye, protagonista absoluto en la gran Eurocopa completada por la selección helvética y que ha refrendado su extraordinaria temporada en Bolonia.
Juan Manuel Sánchez