Buenos Aires, 14 jul (EFE).- La final de la Copa América, que este domingo disputan las selecciones de Argentina y de Colombia, se juega en el centro de Buenos Aires desde un par de horas antes del pitido inicial en el estadio Hard Rock de Miami (Estados Unidos).
El emblemático Obelisco, de la capital argentina, epicentro de las celebraciones de los aficionados por los logros de la Albiceleste, empezó a recibir poco a poco a seguidores que buscan rememorar lo vivido el 18 de diciembre de 2022.
Aquel domingo, el conjunto dirigido por Lionel Scaloni se proclamó campeón del Mundial de Qatar 2022, sumando así la tercera estrella a la camiseta del conjunto nacional y el tercer título a su palmarés bajo la dirección del de Pujato: Copa América 2021, Finalissima 2022 y la Copa del Mundo.
En esta ocasión, las bajas temperaturas del invierno austral han impedido la masificación que tuvo lugar entonces, pero sí van en aumento los seguidores que se acercaron a última hora del domingo, en los prolegómenos del duelo contra Colombia, para presenciar el encuentro rodeados por sus pares y, en caso de victoria, poder celebrar a los pies del famoso monumento.
Gritos y cánticos, imágenes de los dos grandes referentes del fútbol argentino, el ya fallecido Diego Armando Maradona y Lionel Messi, y bufandas y camisetas de Argentina marcaron los momentos previos al encuentro que podría dar a la Albiceleste su decimosexta conquista, rompiendo así la igualdad con Uruguay en lo alto de la clasificación regional.
Además del encuentro en sí, el adiós de Ángel di María a la selección y la certeza de que será la última Copa América de Messi centran la atención de los seguidores albicelestes. EFE
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