"Les recordaré que son mortales", la charla de la final

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Roberto Morales

Berlín, 13 jul (EFE).- De Luis de la Fuente destacan los jugadores que transmite muy bien los conceptos claves de cada partido. Cercano y directo. Sin dobleces. Su relación sincera con los 26 internacionales, sin reproche alguno en ninguna de las dos direcciones, ha sido un factor vital en el mes y medio de buenos resultados hasta la final. El momento en el que dará su última charla y les recordará "que son mortales".

Ese instante ha marcado las conquistas de las Eurocopas más recientes. De la Fuente ha visto en documentales que recogen el éxito del 2008 y el 2012 lo que transmitió Luis Aragonés y Vicente del Bosque al grupo. Cada uno con su estilo, radicalmente opuesto pero igual de efectivo.

De la Fuente se asemeja más a uno de sus maestros, Del Bosque. Tiene pensado tocar la tecla emocional. Ya lo ha hecho durante el torneo sorprendiendo a todos con un vídeo para Pedri antes de medirse a Francia en semifinales, cuando en la batalla cayó uno de sus titulares, lesionado en los primeros compases de cuartos por una durísima entrada que le apartó del torneo y le empujó de nuevo a la soledad de las lesiones.

Lo hará cuando diga el once en la última reunión antes de partir hacia el estadio. El momento en el que les pedirá que disfruten porque se lo han ganado con buen fútbol, pero también que mantengan la humildad. Como hizo Del Bosque. Ante el favoritismo, los pies en el suelo.

"Estoy para decirles como en la antigua Roma 'recuerda que eres mortal', cuando venían los Césares de ganar todas las batallas y les recordaban que eran mortales. Yo estoy para decirles: 'Señores, humildad que todavía no se ha ganado nada'. Cuando lo ganemos ya veremos, pero de momento profesionalidad y respeto al rival siempre", confesó a EFE De la Fuente.

Se aleja el actual seleccionador de aquel mensaje que trasladó sobre el césped Luis Aragonés a sus futbolistas. "Del subcampeón no se acuerda nadie. Hemos venido a ganar la Copa de Europa y salimos con pensamiento positivo a por ello. Hacemos fiesta si les ganamos porque del subcampeón no se acuerda nadie", les dijo en la charla de Viena.

"Ahí tengo cierta discrepancia con él", reconoció De la Fuente. "Ya es un éxito jugar una final. El mérito ya es estar y te enfrentas con un rival tan bueno como tú. Quiero desdramatizar la situación porque parece que perder es un fracaso y no puedo con esa palabra. No se puede tachar de fracasado a quien lo deja todo y no consigue la victoria porque el rival ha sido mejor", contrarrestó.

De ahí que el mensaje de Luis de la Fuente apunte también a lo emocional pero por un camino diferente. "Nadie les va a reprochar nada si no se gana", les dejará claro porque su sentimiento es "orgullo" por "el trabajo que han hecho" y la forma en la que han competido en un gran torneo.

"Hay que valorar el aspecto emocional. Son personas con mucha sensibilidad. Hay que tocarles la cabeza, la inteligencia y el corazón también". Ese será el objetivo de la última charla de De la Fuente. Quizás un punto medio entre los dos extremos del pasado.

"Si no estoy en la final con este equipo soy un mierda. Sólo pido que jueguen y se diviertan jugando", les dijo Luis Aragonés en Viena. "Somos futbolistas, nada más, luchamos con humildad y tenemos la pelota. En España hay muchos chavales para los que sois ejemplos. Hacedlo por ellos", les transmitió Del Bosque antes de la inolvidable final del Mundial 2010.

"Nos ha llegado el momento tras dos años de lucha. Nos han metido hostias de todos los colores. Vamos a demostrarlo en el campo. Y cuando estoy cansado levanto la mano y sale un compañero". El estilo único e inconfundible de Aragonés. siempre con un guiño para rebajar la tensión de su equipo provocando la risa. Llamaba Wallace a Ballack. Repetía palabras que provocaban que los presentes no pudiesen mantener la seriedad. . Su "condición física de base" o "pasillo de seguridad".

Y con un legado, por mucho que la última charla de Luis de la Fuente vaya por otro camino en ese momento en el que el futbolista siente la tensión de un momento clave de sus carreras, que reaparecerá en el vestuario tras las palabras de los capitanes y algún jugador con personalidad que quiera motivar al grupo. Todos los futbolistas, el cuerpo técnico y cada trabajador del día a día de la selección, se juntan en un gran corrillo para gritar al unísono: "ganar, ganar y ganar". La mejor herencia del 'Sabio'. EFE

rmm/arh

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