El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha informado este viernes de que el Ejecutivo estadounidense ha aprobado la imposición de sanciones a una empresa iraní implicada en la proliferación de armas químicas en el país. "El Departamento de Estado ha impuesto hoy sanciones a la empresa de investigación Hakiman Shargh por su participación en la investigación y el desarrollo de armas químicas en Irán", ha explicado Miller en una nota de prensa en la que ha matizado que "estas sanciones se imponen de conformidad con la Orden Ejecutiva 13382, que se dirige contra los proliferadores de armas de destrucción masiva y quienes los apoyan". A este respecto, agrega el comunicado, EEUU ha señalado a la mencionada compañía por "participar o intentar participar en actividades o transacciones que contribuyen materialmente a la proliferación de armas de destrucción masiva por parte de Irán", tras "reiterados llamamientos" de Washington a Teherán para "poner remedio a su incumplimiento de la Convención sobre Armas Químicas". Miller ha recordado que Estados Unidos ha denunciado en reiteradas ocasiones desde 2018 que "Irán no cumple con la Convención sobre las armas químicas por no declarar plenamente sus actividades e instalaciones relacionadas con las armas químicas". En la misma línea, ya este año, la Casa blanca ha denunciado además la violación por parte de Teherán de la Convención sobre armas químicas, "debido a su desarrollo de agentes basados en productos farmacéuticos como parte de un programa de armas químicas". "Estados Unidos seguirá oponiéndose a cualquier intento del régimen iraní de desarrollar armas químicas, incluidas aquellas que puedan ser utilizadas por sus representantes y socios para apoyar la agenda desestabilizadora de Irán de incitar y prolongar conflictos en todo el mundo", ha sentenciado Miller. Estas declaraciones llegan el mismo día en que un tribunal iraní ha condenado a Estados Unidos a pagar 6.800 millones de dólares (cerca de 6.245 millones de euros) en concepto de daños causados por las sanciones impuestas después de que Washington abandonara de forma unilateral en 2018 el acuerdo nuclear firmado tres años antes.