Nostalgia milenial en el Cruïlla con la vuelta de Avril Lavigne y el britpop de The Kooks

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Lara Malvesí

Barcelona, 12 jul (EFE).- Avril Lavigne, la adolescente que saltó a la fama en los primeros 2000 con un estilo que nada tenía que ver con las divas pop de la época, y que ha aguantado durante años el desprecio de los que la consideraban demasiado comercial y frívola como para hacer punk, ha demostrado esta noche en el Cruïlla que sigue viva.

En un resurgir tras una década medio desaparecida -incluso algunos habían especulado con que había muerto y la habían sustituido por una doble- Lavigne ha devuelto a los miles de seguidores milenial que la aclamaban este viernes a su más tierna adolescencia, y es que, como la propia artista, la mayoría del público ya roza los cuarenta.

Avril Lavigne, que hará doblete español este sábado en el madrileño Mad Cool, ha sido el plato fuerte de una jornada de viernes de Cruïlla con más de 20.000 entradas vendidas y donde la atención del público también se la repartían The Kooks, Kasabian y Amaral.

Puntual, ataviada con su minifalda gótica, media de rejilla y sus mechas rosas, Lavigne ha arrancado con la artillería pesada: "Girlfriend", uno de sus temas más recordados y reivindicados para las 'raritas de clase' que no estaban dispuestas a vivir siendo complacientes y a la sombra de un novio, una actitud que en 2024 suena a empoderamiento temprano.

Las fans de Lavigne preferían las deportivas para ir en monopatín a los tacones, una forma de ser antagonista a la entonces contemporánea Britney Spears que sedujo con temas como "Complicated" o "Skater Boy", que también han sonado en el Parc del Forum.

La que tuvo, retuvo. Y la confesada como "referente" para estrellas del momento como Billie Eilish, Olivia Rodrigo y Charli XCX ha dejado prácticamente vacíos la mayoría del resto de escenarios, aunque, eso sí, más de uno decía salir decepcionado por la falta de entrega de la rubia en el escenario. Será que la adolescencia siempre se idealiza.

"Gracias de verdad por estar aquí. He venido hasta Barcelona por vosotros. Gracias por vivir conmigo estos más de veinte años y no perderos esta gira en la que estamos repasando 'Greatest hits', ha dicho antes de sacar una botella de champán y bajar a saludar a la primera fila de fans entregados.

Para cerrar ha elegido las baladas más adultas, como "Head above water", de su época más reciente y que explora la salud mental y las consecuencias personales de su divorcio y las secuelas de la enfermedad de Lyme. Un último "hit" superventas y de "vuelta al presente" con el que ha cerrado la noche en Barcelona.

Antes de Lavigne, el público milenial había disfrutado con The Kooks, el cuarteto de Brighton liderado por Luke Pritchard.

"Seaside" "Sofa Song" y, claro, "Navïve", su canción más reconocible, han levantado al público en plena puesta de sol en el Forum de Barcelona.

En la penúltima noche de Cruïlla también han congregado a los más fiesteros Kasabian, otra agrupación británica de indie rock entregada al guitarreo.

Antes era el turno de Amaral, banda española clásica y autora de himnos como "Días de verano" o "El universo sobre mí", que ha servido de fin de fiesta para muchos de los que ya no tenían más energías como para quedarse a ver el amanecer.

Este sábado, en la última jornada del festival, con entradas agotadas (25.000) actuará Johnny Marr, el hombre a la sombra de Morrissey, pero sobre dos de los grupos cabezas de cartel de esta cita (siempre a la sombra del todo poderoso Primavera Sound) en el Parc del Forum: The Smashing Pumpkins y Pet shop boys. EFE

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gcm-lmi/plv

(foto)

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