El cantaor Israel Fernández ve posible llenar el Bernabéu "si se culturiza a los niños"

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Nueva York, 10 jul (EFE).- El cantaor Israel Fernández lleva respirando flamenco desde que nació, ha ganado prestigiosos premios del género y ha estado nominado a los Latin Grammy, pero aún ve posible llevarlo un paso más allá y, al igual que artistas pop o urbanos, llenar grandes estadios.

"Yo veo posible llenar el Bernabéu. Esa sería mi gran felicidad. Meter 70.000 personas en un estadio y que el público respete los silencios escuchando un cante de raíz", contestó Fernández durante una entrevista con EFE en Nueva York al ser preguntado por la posibilidad futura de llenar un recinto de grandes dimensiones como el estadio madrileño.

La fórmula del cantaor natural de Corral de Almoguer (Toledo, España) es clara: "Igual que en los últimos tiempos estamos más preocupados por la alimentación de los niños, por ejemplo, (pero) también habría que culturizarlos desde la infancia y educarles el oído para que disfruten de música de calidad".

Semanas atrás, y después de la renovación del campo del Real Madrid, figuras globales como la estadounidense Taylor Swift, el trapero argentino Duki o la leyenda mexicana Luis Miguel colgaron el cartel de 'no hay billetes' en ese mismo recinto.

Alejado del "egoísmo y el ego", el artista flamenco, que con motivo de una nueva edición de la Conferencia de Música Latina Alternativa (LAMC) está en Nueva York, explica que su aspiración se sustenta en que el público no se pierda "todo lo bueno" del flamenco, porque "no conocer a Camarón es como no conocer a Michael Jackson".

Un año después de lanzar su último trabajo, titulado 'Pura Sangre', Israel Fernández tenía previsto cantar en la noche del miércoles en el festival SummerStage del parque más famoso de La Gran Manzana, junto al cantautor colombiano Fonseca.

Con "el encanto especial" de Nueva York, ciudad que visitó en sus primeras veces apadrinado por el cineasta español Carlos Saura, cree el público lo va a disfrutar: "Es bonito ver a la gente que viene con ese amor; algunos puede que no tengan conocimientos de flamenco ni entiendan la letra, pero aún así esa buena energía se transmite", adelantó Fernández.

Su pelo alborotado y sus coloridas camisas estampadas también han convertido a este flamenco en un icono de la moda que se desenvuelve bien en las plataformas audiovisuales y su música discurre por todo tipo de sesiones y nuevas iniciativas de tecnológicas como Apple o Amazon Music.

Sus aventuras colaborando con cantantes de otros géneros como el artista urbano Omar Montes, e incluso versionando alguna canción del puertorriqueño Bad Bunny a petición de la propia Apple, lo han llevado a un público más joven que, desde ahí, empieza a interesarse por el flamenco.

"Todos los que somos flamencos estamos en el mismo barco. Desde la raíz y el canon, pero actualizándolo y refrescándolo para que no se quede estancado", aseguró Fernández.

Y añadió: "A los puristas no les echo mucha cuenta porque están defendiendo algo que ni siquiera es puro; está muerto, no respira".

Pese a su apertura de miras, el cantaor se niega a convertir el flamenco en un producto para hacerlo triunfar porque "la música sin sensibilidad, solo sirve para 'ronear' (presumir) en el coche", pero "nunca te hará disfrutar de algo a solas, cuando nadie te ve en tu casa".

Guillermo Azábal

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