El artista Toguo lleva la iconografía de Camerún a las cerámicas marroquíes

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Rabat, 9 jul (EFE).- El artista camerunés Barthélémy Toguo ha estado casi cuatro años yendo y viniendo a Marruecos para aprender el arte del tapiz, la cerámica y el mosaico, hasta construir una muestra que aúna en Rabat las técnicas ancestrales del país magrebí con la iconografía de su Camerún natal.

'Stronger together', inaugurada este martes en el Museo Mohamed VI, fusiona culturas, pero también llama, explicó el artista, a "la solidaridad en las relaciones internacionales entre los pueblos" y a conseguir "que la cultura sea la mejor vía, y no las armas".

Es lo que evocan las manos dibujadas con tinta en una tela de varios metros y en vasijas de un metro y medio de alto elaboradas por Toguo con técnicas aprendidas en Rabat, su ciudad vecina Salé, y sobre todo en Dar Bouazza, una localidad pegada a Casablanca que el artista considera casi ya su pueblo.

En otras salas, rostros de personas tejidos en tapices rojos y amarillos, animales africanos como el león plasmados en grandes platos de cerámica, mosaicos de bosques que parecen manos o peces enormes dibujados en tela tinta china en vistosos azul y verde, acompañan a los tradicionales recipientes para cocinar el 'tajine' marroquí adornados con los motivos del ideario de Toguo.

"Son técnicas antiguas que están protegidas y quería ver cómo podía asociarlas a mi universo artístico. Ese matrimonio ha dado lo que muestra la exposición. No he traído obras de arte desde París, donde tengo un taller, o desde Camerún, donde tengo otro; todo se ha producido en Marruecos", explicó a los periodistas durante la inauguración.

Toguo, nacido en Mbalmayo (Camerún) en 1967 y que realizó sus estudios en Costa de Marfil, Francia y Alemania, ha participado en la Bienal de Venecia y expuesto en grandes museos como el Centro Pompidou de París o el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En 2021 fue nombrado 'Artista de la UNESCO por la Paz'.

Para este camerunés, su fascinación por el artesanado marroquí no ha acabado y aún le quedan por explorar campos como el hierro fundido, porque afirma que el resultado de la mezcla de su arte y las técnicas marroquíes es "sorprendente y único".

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