Tras varios meses con su familia en su residencia de Lima, Perú, Mario Vargas Llosa acaba de regesar a España. Incombustible a sus 88 años, el Premio Nobel ha viajado a Madrid para cumplir con varios compromisos profesionales, y no lo ha hecho solo. Y es que demostrando que su matrimonio con Patricia Llosa atraviesa por un momento dulce tras la segunda oportunidad que se dieron meses después de la ruptura de su ruptura con Isabel Preysler, su mujer le ha acompañado también en esta ocasión. A pesar de que ha experimentado un ligero bajón físico en los últimos tiempos a causa de la neumonía que contrajo el pasado marzo, el escritor no ha querido dejar pasar la ocasión de dar un tranquilo paseo por el centro de la capital, feliz de estar de nuevo en España, su segundo hogar. Con gorra y ropa deportiva, Vargas Llosa se ha mostrado de lo más sonriente ante las cámaras de Europa Press y, en las que son sus primeras imágenes tras su esperado regreso, ha sorprendido revelando con un escueto "sí" que ha podido hablar con Isabel, con la que rompió en diciembre de 2022 tras casi 8 años de relación, y con la que creíamos que no tenía ningún tipo de contacto. "Todo bien de momento" ha confesado, sin entrar en detalles, cuando le hemos preguntado si su relación ha mejorado en los últimos meses. "Yo me encuentro bien" ha añadido, dejando en el aire si podremos verle en compañía de Patricia asistiendo a algún acto con motivo de su estancia en Madrid, que previsiblemente se alargará varias semanas. Sin embargo, don Mario ha preferido no pronunciarse sobre el restaurante que Íñigo Onieva ha abierto recientemente en la capita, guardando silencio sobre si le gustaría ir a comer algún día y conocer de primera mano la propuesta gastronómica del marido de Tamara Falcó, con la que el escritor siempre tuvo muy buena relación. Menos amable se ha mostrado su hija Morgana Vargas Llosa, que una vez más ha estallado ante la prensa, tapando la cámara y dejando claro con un arisco "basta, basta", que no piensa dar ningún detalle sobre sus planes en Madrid ni sobre el estado de salud de su padre.