Las grietas en el 'cordón sanitario', una realidad también en las proximidades de París

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Pontoise (Francia), 5 jul (EFE).- El 'cordón sanitario' contra la ultraderecha agranda sus grietas a cada elección. A 30 kilómetros de París, Pontoise representa esa nueva realidad política en Francia, donde este domingo se celebran unos comicios legislativos que podrían dar un vuelco inédito en el país.

Tras la nítida victoria en la primera vuelta de Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, la izquierda y los macronistas intentaron levantar un último muro contra la ultraderecha antes de la segunda vuelta, retirando candidatos en los duelos triangulares, lo que, en el papel, concentraría los votos en el aspirante que se midiese a un RN.

De los 300 triangulares previstos -la mayoría entre la ultraderecha, los progresistas y los macronistas- un tercio de ellos, algo más de 200, se deshicieron. El impacto de esta medida se hizo notar en los sondeos, que han rebajado la amplitud de la victoria del RN, al que alejan de la mayoría absoluta.

Sin embargo, cerca de un centenar de batallas a tres siguieron en pie, entre ellas la de la primera circunscripción de Val d'Oise, una zona tradicionalmente industrial del valle del Sena, al noroeste de París.

Emilie Chandler, candidata de la coalición Ensemble del presidente Emmanuel Macron, se negó a retirarse, a pesar de haber acabado el pasado domingo tercera con un 25,4 % de los votos, por debajo de Maximillien Jules-Arthur, del izquierdista Nuevo Frente popular (30,8 %), y de la aspirante RN, Anne Sicard (33,6 %).

"Es lamentable. Debería haberse apartado. Si no queremos al RN en el poder, ella debería haberse retirado. No lo ha hecho porque los políticos tienen un ego sobredimensionado", comenta a EFE Aude, una profesora de primaria que vota en Pontoise, una localidad de 30.000 habitantes considerada la capital de la zona.

Para esta mujer, resulta inexplicable que la gran corona de París -un bastión de la izquierda con mucha población inmigrante- pueda reportar un escaño para las filas de Marine Le Pen.

Chandler, diputada saliente, ha argumentado públicamente que tiene posibilidades de subir del tercer al primer puesto por una "bolsa de votos conservadores" que le podrían ser favorables en la segunda vuelta.

Además, sostiene que sus electores tienen aversión por la Francia Insumisa (LFI), el partido más a la izquierda del Frente Popular al que representa Jules-Arthur.

"Es absurda esa argumentación, porque esos votos de Los Republicanos (conservadores que lograron el 6 % en la circunscripción) irán para el RN. Y ella misma no respeta las consignas de su propio partido", criticó Jules-Arthur, en declaraciones a EFE.

Para este joven candidato de 24 años, su circunscripción "representa lo que está sucediendo en Francia", pues cuenta con ciudades y barrios populares -tendentes a la izquierda-, y una gran parte de ruralidad.

"Las políticas (liberales) del gobierno de Macron han provocado la subida del RN en esta zona", lamenta el aspirante izquierdista, que trabaja como técnico de laboratorio.

En el centro de Pontoise, que conserva su fisonomía medieval y que tiene una importante colonia marroquí -prueba de ello su consulado general junto a la estación de tren-, muchos electores evitan hablar de los comicios del domingo y, los que lo hacen, se posicionan claramente contra la ultraderecha.

Hugo, un profesor de guitarra de 40 años de padres españoles, tampoco entiende que Chandler siga en liza. En el caso de elegir entre la extrema derecha o la izquierda, este cuadragenario no tiene dudas: "Yo soy binacional, entonces seguramente la gente sabe ya en qué grupo estoy, no hace falta decirlo ¿no?".

La ultraderecha ha propuesto vetar para ciertos altos puestos del Estado francés a los binacionales por considerar que puede haber "un conflicto de lealtad", una medida criticada por la oposición por ser discriminatoria. Además, prevé eliminar el derecho de nacionalidad para los niños nacidos en Francia de padres extranjeros.

Sin embargo, otros votantes de izquierda no parecen tan incomodados por la decisión de la macronista. "A mí no me molesta tanto, es cierto que no ayuda (a batir al RN), pero deja más opciones para los que quieren votar. No me choca tanto", arguye Jérôme, un profesor de una escuela primaria. EFE

Antonio Torres del Cerro

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