Salvador Martínez Mas
Berlín, 5 jul (EFE).- Mientras Europa experimenta un auge de los partidos de ultraderecha, la Eurocopa de Alemania se ha convertido en un reflejo de un tenso clima político, con estrellas de fútbol pidiendo el voto para contener el empuje de la líder de Agrupación Nacional (RN) Marine Le Pen en Francia y con responsables alemanes que condenan comportamientos extremistas dentro y fuera de los estadios.
La competición de selecciones de fútbol comenzó en la resaca de las elecciones europeas del pasado 9 de junio en las que los partidos de ultraderecha lograron resultados nunca vistos, incluido en el país anfitrión, donde Alternativa para Alemania (AfD) logró auparse como segunda fuerza más votada.
En Francia, la victoria de la Agrupación Nacional (RN) de Le Pen desencadenó la disolución de la Asamblea Nacional y comicios legislativos, cuya segunda vuelta se celebra este domingo.
La concentración de la selección francesa se vio agitada por el avance pronosticado a RN. Su capitán, Kylian Mbappé, ya dijo antes de la primera vuelta que esperaba que el conjunto galo pudiera llevar con orgullo la camiseta nacional después del 7 de julio.
En la primera vuelta de las elecciones legislativas, celebrada el pasado 30 de junio, RN obtuvo un 33,15 % de los votos, más que ningún otro.
La víspera, Mbappé volvió a destacar que en su país hay una sensación de urgencia dada la posible victoria definitiva del partido de Le Pen este fin de semana.
"Más que nunca debemos ir a votar. Hay una verdadera urgencia. No podemos dejar nuestro país en las manos de esa gente. Es realmente urgente", dijo el delantero antes del duelo de cuartos de final de la Eurocopa entre Francia y Portugal en Hamburgo (norte).
El llamamiento se produce en un momento en el que el Ministerio del Interior de Alemania tiene a su responsable, la política socialdemócrata Nancy Faeser, combatiendo en primera fila gestos de extrema derecha como el protagonizado el pasado martes por el defensa Merih Demiral, que hizo en un partido de la Eurocopa ante Austria el saludo de "los lobos grises".
Los "lobos grises" es una organización que se basa en una ideología nacionalista, antisemita y racista de extrema derecha, según la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV, los servicios de inteligencia alemanes).
A su saludo se le compara en Alemania con el "saludo nazi", gesto castigado por el Código Penal de Alemania en su artículo 86, con el que se pena el uso de signos de organizaciones anticonstitucionales.
"Los símbolos de la extrema derecha turca no tienen cabida en nuestros estadios. Utilizar la Eurocopa como plataforma para el racismo es completamente inaceptable", según Faeser.
Según dijo a EFE Hajo Funke, politólogo y experto en extremismo de derechas de la Universidad Libre de Berlín, este pronunciamiento de Faeser anima a que se preste atención a los "tonos nacionalistas como el de los identitarios de los que Austria es ejemplo, o los cánticos como 'Alemania para los Alemanes'".
Alude este experto a la organización Movimiento Identitario (IB), que tiene mayor arraigo en Austria pero que también está presente en territorio germano además de estar vigilada por la BfV, y a unos cánticos viralizados de unos jóvenes que gritaron "Alemania para los Alemanes, fuera los extranjeros" en Sylt (norte teutón) al ritmo de la canción 'L'Amour Toujours' de Gigi D'Agostino.
Dicha grabación fue condenada por las autoridades germanas, incluso por el canciller, Olaf Scholz, quien calificó de "asquerosos e inaceptables" los cánticos de los jóvenes.
La canción de Gigi D'Agostino ha sido prohibida en las zonas para el visionado público de partidos.
Aún así, y pese a la condena expresa del canciller, ese "Alemania para los Alemanes" se les ha escuchado en aficionados austriacos, e incluso a hinchas que acudieron al partido entre España e Italia.
Además, entre aficionados de las naciones bálcánicas también hubo gestos de intolerancia, cuando grupos de hinchas croatas y albaneses gritaron "muerte a los serbios".
"Hay minorías radicales que buscan a través del fútbol hacerse notar, es una pena que esto ocurra porque mancha el carácter de lo que debe ser un torneo como la Eurocopa", señaló Funke. EFE
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