Las 'maldiciones' que pueden acabarse en esta Eurocopa

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Juan Manuel Sánchez

Berlín, 4 jul (EFE).- El inicio de los cuartos de final de la Eurocopa 2024 arrojan una serie de desafíos pendientes para algunos de los competidores, enfrentados con 'maldiciones' que llevan persiguiendo a esos combinados y lastrando las ilusiones de sus aficionados durante años.

El historial de la selección española ante los conjuntos locales en los grandes campeonatos está repleto de decepciones y desgracias. Desde la eliminación frente a Italia en el Mundial del 34 hasta la frustrante caída por penaltis ante Rusia en 2018, los duelos de España ante los anfitriones se han traducido en amargos finales para las distintos combinados.

En medio de ambas citas están las desdichadas afrentas de Brasil en 1950, Francia en 1984, Alemania en 1988, Inglaterra en 1996, Corea en 2002 o Portugal en 2004; todas ellas con final trágico, en una u otra ronda, para La Roja.

El siguiente rival en ponerlo a prueba será una de las protagonistas de ese funesto pasado: Alemania, en unos cuartos de final de una Eurocopa, en los que aterriza el combinado de Luis de la Fuente tras haber ofrecido inmejorables sensaciones y un vistoso juego desde el comienzo del torneo.

Precisamente, Alemania tratará de disipar ante España la racha que le persigue en los duelos de eliminatorias finales. Si bien históricamente Alemania había sido uno de los mayores verdugos de España, a excepción del recordado gol de Maceda en la Eurocopa del 84, nunca sus victorias ante la 'Roja' se produjeron en eliminatoria directa.

Las dos veces que el destino deparó semejantes duelos se saldaron con triunfo para España. El primero de ellos, la final de la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008, en la que el icónico tanto de Fernando Torres, tras superar en carrera a Philipp Lahm y picar el balón sobre Jens Lehmann, significó el segundo título europeo para el combinado español y el comienzo de la etapa más gloriosa de su historia.

Aquella era tendría su punto culminante en el Mundial de Sudáfrica, a cuya final accedió España tras vencer a la nueva Alemania de Joachim Löw, merced al estratosférico cabezazo de Carles Puyol a la salida de un córner botado por Xavi Hernández, en el que fue el mejor partido del campeonato de 2010.

Ahora, Toni Kroos, Thomas Müller o Manuel Neuer, los tres supervivientes alemanes de aquella tarde del 7 de julio en Durban, tratarán de espantar este viernes en Stuttgart la imponente sombra del eterno capitán del Barcelona. Jesús Navas, el único español que queda de aquel cruce, y compañía tratarán de hacerles revivir la pesadilla.

Nunca ha ganado una Eurocopa la selección de Inglaterra. Si la vitrina de su sala de trofeos va camino de los sesenta años sin abrirse, desde el Mundial del 66, en la Eurocopa sus prestaciones son totalmente nulas. Ni un solo título en diez participaciones. Y, para la historia, algunos de los momentos más dolorosos de los más de 150 años que tiene el combinado de la camiseta de ‘Los Tres Leones’.

Entre ellos, la derrota ante la vecina Irlanda en la Eurocopa de 1988, el ridículo de la eliminación en Wembley ante Croacia en la fase de clasificación para la edición de 2008, la caída a manos de la debutante Islandia en 2016 o, la última de ellas, la desoladora derrota por penaltis en la final del pasado campeonato, nuevamente en Wembley, ante Italia.

En Alemania tiene una nueva oportunidad para insistir. Los ‘pross’ gozan en estos momentos de una de las mejores generaciones de futbolistas de su historia, con los Harry Kane, Jude Bellingham, Phil Foden, Cole Palmer o Jonh Stones a la cabeza.

Sin embargo, aun con ese formidable arsenal, el seleccionador Gareth Southgate sigue sin ser capaz de armar un equipo consistente en cuanto a juego y táctica y sus escasos momentos de brillantez durante el torneo afloran por la calidad individual de sus figuras, como el tanto de chilena de Bellingham ante Eslovaquia al borde del final para evitar la eliminación.

Habrá que ver si eso será suficiente para superar en cuartos a la sorprendente e incómoda Suiza y seguir avanzando en un torneo que, en casi 65 años de competición, nunca han conquistado.

A lo largo de sus historia, Suiza se ha plantado en cuatro ocasiones en los cuartos de final de una gran competición, tres en el Mundial y una en la Eurocopa, y el resultado siempre ha sido el mismo: la eliminación.

Una mala racha iniciada ante Checoslovaquia, en el Mundial de Italia 1934; prolongada por Hungría, en el de Francia 1938; continuada por Austria en 1954, en el campeonato del mundo albergado por el propio país helvético; y rematada por España, en la Eurocopa de 2021.

Ahora, en un conjunto que combina talento y experiencia y que acaba de superar con facilidad a Italia en los octavos de final, llega la quinta tentativa para una Suiza que quiere quitarse de encima los eternos complejos de selección condenada a la comparsa, para sumarse al selecto club de las aspirantes.

Una victoria ante Inglaterra el sábado en Düsseldorf no solo borraría de un plumazo sus constantes desencuentros con los cuartos de final, sino que la colocaría en una inmejorable posición, visto el cuadro por el que discurre Suiza, para clasificarse para una final. EFE.

jms/id/jpd

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