Hamburgo (Alemania), 4 jul (EFE).- Phil Foden sabe que su rendimiento en la Eurocopa no es el mismo que el que luce en el Manchester City durante el resto del año. Como el resto de los jugadores de Inglaterra, con la excepción de honrosas excepciones, el habilidoso extremo británico vive inmerso en un fútbol sombrío e intrascendente que los jugadores de Gareth Southgate deben dejar atrás ante Suiza en cuartos de final si quieren pelear por acabar con una sequía de casi seis décadas sin títulos.
Foden lo ha jugado casi todo y ha aportado casi nada. Acumula 337 minutos de 390 posibles. Es el octavo jugador con más tiempo sobre el terreno de juego de Inglaterra y no ha dado asistencias, no ha marcado goles y su participación apenas ha tenido relevancia en el aburrido juego de su selección. Southgate siempre apuesta por él, pero su jugador no ha podido devolverle esa confianza y no deja de darle vueltas a qué parte de responsabilidad tiene en la situación en la que se encuentro su entrenador.
"Lo siento por Gareth. En los entrenamientos nos dice que presionemos y que estemos arriba en el campo. A veces también tiene que venir de los jugadores. Tenemos que ser líderes y siento que en los partidos podríamos habernos unido más y haber encontrado una solución. Hemos hablado más sobre ello y si vuelve a suceder podemos encontrar una solución y adaptar nuestra presión", dijo en rueda de prensa.
El jugador del City no se esconde a la hora de reconocer que los jugadores "tienen que asumir su culpa" y reclama algún liderazgo entre el vestuario para aliviar a su seleccionador. "El entrenador tiene un límite", aseveró. Y es que, Inglaterra anda desnortada y Foden, nombrado mejor jugador de la Premier Legue y aún con 24 años, reclama la figura de un John Terry, un Steven Gerrard o un Frank Lampard, alguien con carácter para dar un golpe encima de la mesa.
Tal vez haya demasiada juventud entre los mejores jugadores de Inglaterra, que aún necesitan cocerse a fuego lento para adquirir galones. Sin embargo, alguien tiene que alzar la voz para dar un giro a una situación preocupante. "Tiene que haber algunos líderes que se reúnan y encuentren una solución a por qué no está funcionando", pidió Foden.
Pero Foden no solo pide cosas al resto. Tampoco huye de la autocrítica. Sabe perfectamente que en Alemania no ha hecho nada de lo que es capaz. "No he sido el mejor jugador de la Premier League como para venir aquí y no demostrarlo. Pero en cada partido voy avanzando poco a poco y, con suerte, puedo hacer buenas actuaciones con Inglaterra. Ese siempre ha sido mi objetivo, demostrarlo con la selección nacional. He crecido después del primer partido, mi rendimiento ha mejorado mucho".
En breve, Foden podrá demostrar que no ha venido a la Eurocopa a pasearse. En cuartos de final podrá resarcirse ante Suiza y aparecer justo a tiempo para rescatar a la gris Inglaterra, envuelta en un calvario de críticas y sufrimientos que no han terminado con su resistencia. Y, mientras se espera un giro de 180 grados de los 'pross', uno de sus mejores jugadores vive frustrado por no poder salir al rescate de su seleccionador y por no mostrar su mejor versión, la de un hombre que esta temporada con el City marcó 27 goles y dio 13 asistencias, cifras muy alejadas del vacío que lucen sus estadísticas en la Eurocopa. EFE
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