Ciudad de México, 4 jul (EFE).- Pese a los avances de las mujeres en ámbitos como la política, especialmente con la elección de la mexicana Claudia Sheinbaum como la primera presidenta del país, persisten retos para el movimiento feminista en Latinoamérica, reconocieron este jueves especialistas tras una cumbre feminista en México.
“Hemos constatado que la participación de las mujeres avanza en la política exterior, pero todavía es de manera desigual”, afirmó en una conferencia de prensa Andrés Bórquez, profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
Esta fue una de las conclusiones durante el evento ‘Hacia una política exterior feminista en América Latina y el Caribe’, organizada por la Red Mexicana de Política Exterior Feminista (Rmpef) en el marco de la Conferencia Ministerial sobre Políticas Exteriores Feministas, auspiciada por la Cancillería mexicana.
De acuerdo con Bórquez, en la región solo tres países han adoptado una política exterior feminista: México, Chile y Colombia.
Mientras que países como Nicaragua y El Salvador están en una parte intermedia y otros, como Argentina y Brasil, una participación más débil.
“Mientras áreas como la diplomacia climática y comercial muestran progresos, la mayoría de los países aún enfrentan desafíos significativos. El camino hacia la equidad en política exterior requiere consolidar y extender los compromisos institucionales y las reformas normativas ya iniciadas en varios países", apuntó.
Los expertos señalaron que, con la histórica elección de Sheinbaum, hay una gran oportunidad para dotar de contenido a la política exterior feminista en México y fortalecer esta tendencia en la región.
Paulina Rivera, integrante de la RMPEF, señaló que la red está compuesta por personas interesadas en política exterior feminista que incluyen academia, organizaciones civiles, expertas y activistas.
“Nuestro objetivo al crear esta red y pertenecer es guiarnos en el análisis de la política exterior feminista en principios de diálogo horizontal, pluralismo y la inclusión, pues consideramos que estos son fundamentales para cualquier proyecto que se nombre feminista”, expresó.
Daniela Castro, integrante del Observatorio Mexicano de Política Exterior Feminista (Ompef), enfatizó que la “histórica” elección de Sheinbaum crea altas expectativas “para una América Latina y el Caribe más justa, incluyente, sostenible y feminista”.
En tanto, Isabel Mateos, coordinadora de Inversión Social para el Futuro en Oxfam México, externó que la región tiene un problema de desigualdad económica directamente relacionado con la desigualdad de género, pues tres de cada 10 mujeres viven en pobreza y una de cada 10 en pobreza extrema.
“Eso implica que la pobreza tenga cara de mujer. Tenemos entonces que cuestionarnos cómo nos estamos haciendo de recursos para poder asegurar los servicios públicos necesarios para garantizar los derechos de las mujeres”, zanjó.
Señaló la importancia de un sistema tributario más justo y equitativo “una política exterior feminista requiere, necesariamente, una discusión de la estructura económica y fiscal nacional y transnacional”.
Frania Colmenero, del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), reconoció avances en las despenalización del aborto en la región, pero expuso que no puede hablarse de una política exterior feminista si se sigue criminalizando el aborto y no se reconoce como un servicio la salud reproductiva.
Nancy Carmona, coordinadora del área de Políticas Públicas de Equis Justicia, una política feminista "debe apostar por modelos de justicia que pongan en el centro la construcción de paz”.