Álvaro Robles: "Si María Xiao y yo consiguiéramos una medalla romperíamos los esquemas de todo el mundo"

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El jugador español de tenis de mesa Álvaro Robles cree que, si consiguiera una medalla en los Juegos Olímpicos de París en el dobles mixto junto a María Xiao, romperían "los esquemas de todo el mundo", ya que tiene claro que hay "cinco parejas que son realmente superiores" que ellos, pero que "es muy buena señal" el que hayan podido ganar a algunas de ellas anteriormente. "Si consiguiéramos una medalla romperíamos los esquemas de todo el mundo. Nadie realmente lo esperaría y sería algo que marcaría un antes y un después sin duda", declaró Robles en una entrevista con Europa Press en el ‘Media Day’ organizado por la Federación Española de Tenis de Mesa a menos de un mes de que empiecen los Juegos Olímpicos de París. El onubense tiene un ejemplo claro en su paisana Carolina Marín, alguien que ha conseguido imponerse en un deporte sin tradición en España, y de tradición asiática como el bádminton, un caso similar al del tenis de mesa donde para sus representantes "conseguir una medalla de oro es algo normal porque lo han hecho muchas generaciones". En el caso español, "la dificultad es realmente mayor, y sería algo muy bonito romper esa dificultad", comentó Robles, que elogió a la campeona olímpica en Rio 2016. "No somos conscientes aún de lo que ha conseguido, aunque lo haya repetido muchas veces, incluso en Campeonatos del Mundo o de Europa", expresó. A menos de un mes de competir en la capital gala y ya con la plaza olímpica asegurada, Robles siente "tranquilidad por haber cerrado un ciclo tan largo y pesado". "Estoy disfrutando este proceso de preparación, todavía queda un mes, pero ahora tengo por delante estas semanas para preparar y llegar en las mejores condiciones, y es lo que tengo en mente, con la ilusión de que llegue el día de aterrizar en París", afirmó. "Ha costado un 'poquito', es un periodo que se hace largo porque al final estás pensando todo el año en conseguir esos puntos que te darían la clasificación. Aunque al final lo hemos conseguido sobrados porque el último mes ha salido increíble, no deja de ser algo que se convierte en obsesivo en tu día a día", reconoció. El palista andaluz destacó que han sido "seis semanas de competición tras competición, que al final han salido bien, pero que no han sido nada fáciles". "Estar viajando continuamente y no tener respiro entre medias para gestionar lo que pasa después de cada torneo y no poder procesarlo, afecta en el rendimiento y en el día a día, pero al final hemos hecho un gran trabajo", apuntó. "NO PODEMOS MEJORAR NADA HASTA PARÍS" En este sentido, para el deportista, "todos los ámbitos son importantes" en su preparación. "Estoy intentando llevar una preparación conjunta, tanto en el aspecto físico como mental, como en lo técnico, para ajustar la máquina". "Yo creo que el trabajo está hecho. No podemos mejorar nada hasta París, pero sí llegar en las condiciones más óptimas posible para hilar muy fino, y que llegue el momento y estemos en nuestro pico más alto", advirtió. El andaluz competirá en París tanto en categoría individual como de dobles mixto junto a María Xiao. "Vamos con un objetivo claro, y a la vez, hemos vivido este doble mixto con tanta intensidad, y hemos estado tan preparados, que somos realistas del nivel de cada una de las parejas, y sabemos que hay cinco que están por delante en el ránking, y que son superiores a nosotros", afirmó. Sin embargo, el jugador onubense se queda con que han sido "muy competitivos en todo este ciclo" y a que a las parejas que están por delante de ellos, las han conseguido ganar alguna vez, lo que es "muy buena señal". "Al final para conseguir una medalla tienes que ganarle a una de esas que están por delante, y tenemos que jugar a nuestro mejor nivel, y ellos obviamente van a ir con más presión que nosotros, y es la baza que tenemos que jugar para esos momentos clave. Yo no creo que haya ninguna medalla fácil en la historia", reiteró. Para la preparación del dobles, el onubense admite que se necesita "compenetración con la pareja". "Cuanto más te conoces, cuanto mejor sabes lo que le gusta a tu pareja, más fluye en la mesa. Ese ha sido el trabajo que hemos ido haciendo durante tantos torneos y tantas semanas de entrenamiento que hemos coincidido, para optimizar el rendimiento y que tengamos las cosas más claras y no vayamos a la competición con dudas o incertidumbre", recalcó. De todos modos, Robles no esconde que "ya es un paso" el poder imaginarse con una medalla "porque está demostrado que el poder de creer en algo realmente es el primer paso para poder conseguirlo". "En eso estamos trabajando, en creer en nuestras posibilidades, en trabajar para ello, y dar todo lo que tenemos en ese momento que necesitamos", advirtió. En París, además, podrá disfrutar del ambiente en la Villa Olímpica, que no pudo conocer en Tokio, por esa falta de público y de interacción con la grada. "Esa va a ser la novedad para nosotros y creo que va a ser algo espectacular el tener el pabellón con ruido y gente animando. Va a ser un ambiente muy diferente y espero que juegue a nuestro favor", indicó. Finalmente, el español opina que una de las claves en el tenis de mesa es la concentración, y por eso se hizo un pequeño tatuaje de una 'C' en su mano. "Es un deporte que se juega a 11 puntos, y que realmente cuando te das cuenta, el set se ha ido. Si pierdes la concentración un segundo, te das cuenta de que el marcador se ha distanciado para el otro jugador, y tanto cuando vas ganando como cuando vas perdiendo, debes mantener la concentración", resaltó. Él no duda de que todos los jugadores pierden la concentración, pero la diferencia está en "ser capaces de volver a ella". "Cuando se habla de un número uno, como un Nadal o Djokovic en tenis, es que a lo mejor la pierden durante un punto, pero vuelven muy rápido. La diferencia con los demás es que a lo mejor la pierden varios juegos, y eso hace que uno sea un número 1, y el otro un 5 o un 10. Es una mínima diferencia, pero es la que lo marca", sentenció.

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