Nueva Delhi, 3 jul (EFE).- El gurú local Suraj Pal Singh, más conocido por sus seguidores como Bhole Baba, permanece en paradero desconocido desde que organizase ayer una ceremonia religiosa en el norte de la India, a la que asistieron unas 250.000 personas para verle y pedir sus bendiciones, y en la que se desató una estampida que causó 121 muertos.
Desde que fuera visto por última vez ayer en torno a las 14:00 hora local (8:30 GMT) en el vehículo que utilizó para abandonar el evento, mientras miles de sus seguidores intentaban acercarse a él desatando una estampida, las autoridades no han podido localizarlo.
Al menos 121 personas murieron durante la estampida que tuvo lugar en el distrito de Hathras, en el estado de Uttar Pradesh, en una ceremonia a la que asistieron 250.000 personas, el triple de lo previsto cuando los organizadores obtuvieron el permiso de las autoridades.
Esta situación dio lugar a una investigación y a una denuncia contra los organizadores del evento, en la que no figura el nombre de Bhole Baba aunque sí el de otros de sus colaboradores estrechos, según medios indios, sin que por el momento las autoridades hayan notificado cualquier arresto.
Imágenes de la agencia india ANI mostraron anoche varios vehículos policiales apostados frente a su ashram o centro de meditación en el distrito de Mainpuri, al que separan unos cien kilómetros del lugar donde se produjo la avalancha humana.
Sin embargo, el superintendente adjunto de Policía, Sunil Kumar, aseguró a los medios que no encontraron al gurú en su interior, por lo que la búsqueda continúa.
Existe escasa información acerca de la vida de Baba antes de convertirse en predicador, un paso que según medios indios se produjo en los años 90, cuando dejó atrás su trabajo como miembro de la unidad de inteligencia de la Policía del estado de Uttar Pradesh.
Fue entonces cuando este hombre, que se estima que sobrepasa los 60 años, adoptó el nombre de Sakar Vishwa Hari y comenzó a dar sermones bajo el apodo de Bhole Baba, ganándose poco a poco la reputación como un líder espiritual en esta zona del norte del país.
Una de las mayores particularidades de este predicador que se ve a sí mismo como un dios es que asiste a sus ceremonias religiosas vestido con prendas blancas, a diferencia del tradicional azafrán -sagrado para el hinduismo- que portan la mayoría de gurús en la India, y acompañado por su esposa.
Así, carteles con el rostro de esta personalidad mesiánica decoraban el martes gran parte de los alrededores del descampado donde ofició una nueva masiva ceremonia, a la que muchos asistieron con la simple esperanza de escuchar sus palabras o recibir su bendición para una futura boda.
Como es habitual, el gurú acudió a ella escoltado por su seguridad privada, quienes se encargan de mantenerle a una distancia prudencial de los seguidores que desean acercarse a él en cada evento, como sucedió ayer de nuevo y propició la avalancha humana.
Esta estampida, sin embargo, no es la única controversia que rodea al gurú.
El canal indio NDTV afirmó que Baba organizó un evento similar en mayo de 2022, cuando congregó a más de 50.000 personas cuando tan solo había recibido permiso para 50 personas por un ligero incremento de los casos de la covid en el país asiático.
Además, ese mismo medio indicó que el afamado gurú fue acusado de abuso sexual en 1997 y llegó a ingresar en prisión, tras lo que fundó su ashram.