HRW acusa al Ejército de Etiopía de crímenes de guerra contra médicos y centros de salud

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Adís Abeba, 3 jul (EFE).- El Ejército de Etiopía ha cometido "ataques generalizados que constituyen crímenes de guerra" contra profesionales médicos, pacientes y centros salud en la región norteña de Amhara, denunció este miércoles Human Rights Watch (HRW).

En un informe, la ONG pro derechos humanos documentó cómo el Ejército cometió esos ataques en al menos trece ciudades desde el estallido de los combates entre las Fuerzas Armadas federales y la milicia amhara conocida como Fano en agosto de 2023.

Entre agosto de 2023 y mayo de 2024, Human Rights Watch entrevistó de forma remota a 58 víctimas y testigos de abusos, así como a profesionales médicos y trabajadores humanitarios.

La ONG también revisó imágenes satelitales, así como vídeos y fotografías verificados tras un aparente ataque con aviones no tripulados del Gobierno etíope contra una ambulancia en noviembre pasado.

Human Rights Watch aseguró haber descubierto que las fuerzas etíopes pusieron en peligro o perturbaron el funcionamiento de los hospitales.

Los soldados golpearon, arrestaron de manera arbitraria e intimidaron a profesionales médicos por brindar atención a heridos y enfermos, incluidos presuntos combatientes de Fano.

Los militares también atacaron ilegalmente ambulancias y transportes sanitarios, interfirieron en el acceso a la asistencia humanitaria y negaron a la población amhara el derecho a la salud, según la organización defensora de los derechos humanos.

"Como era de esperar, las fuerzas federales etíopes que operan casi con impunidad están ignorando las vidas de los civiles al atacar instalaciones médicas que brindan atención desesperadamente necesaria", afirmó la subdirectora para África de Human Rights Watch, Laetitia Bader.

"Mientras el Gobierno no sienta presión para exigir responsabilidades a las fuerzas abusivas, es probable que tales atrocidades continúen", advirtió Bader.

La organización instó a los socios internacionales de Etiopía a pedir rendición de cuentas y a realizar "un mayor escrutinio de la situación de los derechos en el país".

En marzo pasado, recordó HRW, funcionarios de salud de Amhara reconocieron que el conflicto en curso en la región había causado grandes daños al sistema de sanidad, aunque afirmaron que "fuerzas extremistas" habían saqueado 967 instalaciones y habían requisado 124 ambulancias.

La violencia estalló en Amhara a finales de julio de 2023, después de que Adís Abeba decidiera disolver las fuerzas paramilitares especiales de las diferentes regiones del país e integrarlas en el Ejército o la Policía, lo que afecta a Fano.

El Ejecutivo etíope declaró entonces el estado de emergencia, una medida que el Parlamento prolongó a principios del pasado febrero por un plazo de al menos cuatro meses más.

El pasado octubre, la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía (EHRC) señaló que se cometieron al menos 200 violaciones de mujeres relacionadas con el conflicto, sin identificar a los autores de esos delitos pero detallando que entre las víctimas se encontraban profesionales de la salud. EFE

ya-pa/cg

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