Tomás Frutos
Herzogenaurach (Alemania), 3 jul (EFE).- Alemania ha estado siempre ligado a la marca deportiva Adidas. Toda su historia va de la mano del gigante deportivo que nació de la mano de Adolf 'Adi' Dassler en una pequeña ciudad alemana llamada Herzogenaurach, situada a unos 20 kilómetros de Nuremberg y que se ha convertido en un complejo gigante que acoge a la 'Mannschaft' en esta Eurocopa 2024.
Los hombres de Julian Nagelsmann, próximos rivales de España en los cuartos de final, viven aislados de todo ruido en una tranquila localidad de nombre complicado ('Herzo' es el diminutivo estándar para los no germanoparlantes) situada en el corazón de Europa. Ya estuvo en este 'World Sports' en 2021, durante la Eurocopa multisede. Y también lo hizo Argentina en el Mundial de 2006. Es una sede muy contrastada por sus llamativas comodidades.
Pese a tener poco más de 26.000 habitantes, 'Herzo' es una de las localidades más conocidas de toda Alemania, famosa por la historia de dos marcas deportivas reconocidísimas. Allí nacieron Adidas y Puma, esta última creada por Rudolf Dassler, hermano de 'Adi'. Y allí residen todavía los centros de oficinas de ambas marcas, cada vez más grandes y especialmente relevantes en Alemania, situadas a apenas unos metros de distancia pese al odio que había entre ambos al terminar la segunda guerra mundial que incluso, en su día, dividió a la ciudad.
Ahora, con todo el revuelo generado por el cambio de Adidas a Nike en 2027, una apuesta arriesgada de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) por todo lo que supone Adidas en Alemania, marca arraigada como la que más, la selección germana quiere despedirse a lo grande del patrocinador que le ha acompañado siempre y lleva afincada casi un mes en su corazón deportivo y financiero.
Porque en 'Herzo', lugar de nacimiento del mítico 'Adi' Dassler (1900), conviven las dos almas de Adidas. Las oficinas y un recinto deportivo gigantesco. Mientras que los jugadores se ejercitan en uno de los múltiples campos que tiene de entrenamiento, los empleados acuden a la sede central para cumplir con su jornada laboral. Allí se cuece todo.
Es un lugar soñado para los amantes del deporte. Tiene pistas de pádel, gimnasios, una pared para hacer escalada, pista de vóley playa, centro comerciales y un museo exclusivo llamado 'The Archive' al que solo se accede por invitación y en grupos de máximo 8 personas. Dentro hay reliquias de todo tipo, históricas por lo que supusieron en su momento. Las primeras botas de atletismo o balones míticos. Todo conservado a una temperatura específica para su correcta conservación y tratado con unos guantes especiales para no dañar el producto.
Para Kroos, Gundogan, Rudiger y Musiala se ha convertido ahora también en su casa. Duermen en una especie de bungaló de lujo independiente. La cercanía con los estadios en los que jugó en la fase de grupos y que el aeropuerto de Nuremberg esté tan cerca permite al equipo estar plenamente concentrado en lo deportivo.
El lugar de trabajo de los periodistas alemanes en el complejo es otra joya. Tienen una pantalla gigante para poder ver todos los partidos mientras escriben. A escasos 8 metros tienen lugar las ruedas de prensa de los futbolistas y para ir a ver el entrenamiento, en un campo situado a un par de kilómetros en el vasto complejo, tienen unos coches que les trasladan.
Tiene también su parte recreativa. Hay una 'Play-Station', un futbolín y cómodos sillones para leer o echarse la siesta.
La selección alemana vive en lo más profundo de Adidas en esta Eurocopa. En una espectacular ciudad deportiva en el corazón de la historia del deporte rey, en la ciudad en la que nació su creador y en la que solo se respira fútbol. Y lujo. Mucho lujo. Este viernes, eso sí, puede ser la última vez que la 'Mannschaft' pase allí periodos largos. Nike asoma en el horizonte. EFE
tfc/jpd
