Nairobi, 2 jul (EFE).- Nairobi y otras ciudades de Kenia tienen este martes un fuerte despliegue policial en sus calles ante una nueva jornada de protestas multitudinarias contra el Gobierno, que se repiten desde el pasado 18 de junio y en las que han muerto al menos 39 personas.
Las protestas, que surgieron contra un proyecto de ley que contemplaba una subida de impuestos, se han trasformado en manifestaciones que piden la dimisión del presidente de Kenia, William Ruto, y rechazan la corrupción, entre otras reivindicaciones.
En medio de las protestas, Ruto rechazó firmar el pasado 26 de junio el controvertido proyecto de ley y anuncio la retirada de esa iniciativa legislativa, a fin de atajar su peor crisis desde que llegó al poder en septiembre de 2022.
Pero continúan las movilizaciones, que no cuentan con líderes oficiales y son impulsadas en las redes sociales por jóvenes de la llamada 'generación Z' (nacidos entre mediados de la década de los 90 del siglo XX y la primera década del siglo XXI).
Centenares de manifestantes salieron ya esta mañana a las calles del centro de Nairobi, donde agentes antidisturbios lanzaron botes de gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, y otras ciudades del país.
EFE pudo comprobar esta mañana que casi todas las tiendas del centro de Nairobi permanecían cerradas y apenas había personas caminando o conduciendo en las carreteras aledañas por el temor de nuevos disturbios.
Además, la Policía ha bloqueado todas las carreteras que dan acceso a la State House, sede de la Presidencia keniana.
La respuesta de las fuerzas de seguridad, que han disparado gases lacrimógenos, pelotas de goma e incluso munición real contra los manifestantes, ha dejado al menos 39 muertos desde el pasado 18 de junio, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).
También hubo al menos 361 heridos y se registraron 32 casos de desapariciones forzadas, señaló esa entidad reguladora.
Asimismo, las protestas pacíficas de los primeros días derivaron en disturbios en algunos lugares, y el pasado 26 de junio se convirtieron en una batalla campal entre la Policía y los manifestantes, que llegaron a asaltar el Parlamento.
Gracias a la ubicación geoestratégica de Kenia y sus políticas económicas, este país a menudo es identificado por la comunidad internacional como una potencia estabilizadora del Cuerno de África y un socio fiel de Occidente.
El país destaca como una de las economías de más rápido desarrollo de África, pero las desigualdades persisten y uno de cada tres kenianos sobrevive con apenas dos dólares al día, según el Banco Mundial.