El Cairo, 2 jul (EFE).- Egipto necesita incorporar más medidas ambientales a su agenda para afianzar un crecimiento económico sostenible ante los numerosos retos a los que se enfrenta uno de los países más poblados de África, afirmó este lunes la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
En su primera revisión de la política de crecimiento verde de Egipto, la OCDE recordó que el elevado crecimiento demográfico, la contaminación, el cambio de uso de la tierra y el cambio climático cada vez ejercen más presión sobre el medio ambiente y la rica biodiversidad del país de los faraones.
Asimismo, celebró en el informe que "Egipto ha logrado una relativa disociación entre las emisiones de gases de efecto invernadero y el crecimiento económico", aunque apeló a la necesidad de "incorporar aún más la acción climática en todos los sectores".
En este sentido, recordó que Egipto es uno de los países con mayor estrés hídrico del mundo y debe dar un mayor uso a los instrumentos económicos para abordar la escasez de agua, mientras que la OCDE indicó que el Gobierno egipcio ya ha tomado medidas para avanzar hacia una gestión de residuos más sostenible.
Por ello, la organización desarrolló 40 recomendaciones para el desarrollo sostenible de Egipto, que es uno de los factores principales de la Visión 2030 del país norteafricano con el objetivo de promover un clima favorable a la inversión y convertir los desafíos ambientales en oportunidades.
Asimismo, recomendó que el Gobierno fortalezca las capacidades institucionales para la acción climática, ya que Egipto se enfrenta a "desafíos de implementación relacionados con los recursos financieros", ya que el país atraviesa una grave crisis económica marcada por la inflación y la devaluación de la libra egipcia, además de una multimillonaria deuda externa.
La OCDE también recomendó acelerar la transición a la energía limpia y limitar la dependencia de los automóviles, al tiempo que recordó que el Ejecutivo pretende aumentar la contribución de las energías renovables al 42 % para 2030 y que Egipto tiene como objetivo convertirse en uno de los mayores exportadores de hidrógeno con bajas emisiones de carbono.
La organización puso especial énfasis en el transporte pública y la red de ferrocarriles, además de la planificación sostenible de nuevas ciudades que están proliferando ante el crecimiento poblacional.
La OCDE también recordó que la contaminación del aire en el país "es un grave problema de salud", por lo que recomendó al Gobierno que tome más medidas para mejorar este aspecto tan condicionante para la calidad de vida de los egipcios.
Entre las recomendaciones también figura dar prioridad a una reforma fiscal ecológica integral, ya que Egipto "no tiene impuestos sobre la contaminación y los recursos ni un impuesto explícito al carbono para abordar directamente las emisiones de gases de efecto invernadero".
"Las emisiones de los sectores industriales y de producción de electricidad siguen en gran medida sin tener precio. El gobierno podría considerar introducir un componente climático en los impuestos a los vehículos y aumentar el uso de tarificación vial", apuntó el informe.
El informe ha sido publicado en un momento en el que el Gobierno egipcio está eliminando varios subsidios vitales y aumentando los precios del combustible y la electricidad para cumplir con los requisitos para tener acceso a la ayuda financiera necesaria para pagar su deuda externa, que asciende a más de 160.000 millones de dólares.