Las Vegas (EE.UU.), 2 jul (EFE).- Estados Unidos, anfitrión de esta Copa América, vive un terremoto tras la eliminación en la fase de grupos y, a dos años de organizar el Mundial, se encuentra con un proyecto deportivo en tierra de nadie y con el futuro del seleccionador Gregg Berhalter en el aire.
Incluso, su entorno enfurecido pide grandes nombres para el banquillo que van hasta Jurgen Klopp o Pep Guardiola.
La derrota de este lunes contra Uruguay en Arrowhead en Kansas City certificó el fracaso de Estados Unidos en un grupo que parecía accesible ya que, al margen de la selección charrúa, competía con Panamá y Bolivia.
Pero el camino del equipo de Berhalter acabó con solo tres puntos, logrados en el debut contra Bolivia, antes de caer 1-2 contra Panamá y 0-1 contra Uruguay.
Estados Unidos, un país acostumbrado a dominar en casi todos los deportes, vivía con gran expectación esta Copa América, organizada en unos años ilusionantes para el 'soccer', en los que la MLS consiguió llevar al país a leyendas como Leo Messi y el uruguayo Luis Suárez.
Hubo más de 55.000 espectadores en Arrowhead para apoyar al Team USA, pero más allá de las protestas por unas decisiones desacertadas del colegiado contra Uruguay, el equipo de Berhalter no supo dar la cara.
La que en el país se consideraba como una generación dorada pagó la presión y, con falta de juego, ideas y carácter, se despidió a las primeras de cambio.
Le cayeron una lluvia de críticas en la televisión estadounidense, incluso por parte de exbanderas del Team USA como Clint Dempsey o Alexi Lalas.
Gregg Berhalter reconoció que la Copa América no acabó con el resultado deseado, pero consideró que bajo su gestión el equipo ha progresado a nivel defensivo y en la circulación del balón y contestó de forma contundente cuando fue preguntado sobre si cree que es la persona adecuada para llevar al grupo al Mundial.
"Sí", contestó de forma tajante.
En la cadena 'FOX', dueña de los derechos de la Copa América en Estados Unidos, Dempsey y Lalas manifestaron sus dudas y pidieron un cambio.
"Go big or go home", se llegó a decir por la televisión estadounidense, en la que hasta se llegaron a pedir los nombres de Klopp o Guardiola para tomar las riendas del equipo.
Fueron el fruto de la frustración por ver a una selección que, pese a contar con muchos integrantes compitiendo en las grandes ligas europeas, está consiguiendo resultados menos brillantes que las generaciones anteriores.
En la anterior Copa América organizada por Estados Unidos, en 2016, la selección estadounidense alcanzó las semifinales. En el Mundial de Catar 2022, se rindió en los octavos de final, mientras que en 2018 no se clasificó.
Se abren dos años clave para Estados Unidos, que en 2026 organizará el Mundial junto a Canadá y México y que está llamado a relanzar su proyecto deportivo, ya sea con Berhalter o con un nuevo técnico en el banquillo.
Por Andrea Montolivo