Ciudad de Panamá, 1 jul (EFE).- José Raúl Mulino, abogado con experiencia en el sector marítimo y exministro de varias carteras, asume este lunes la más alta magistratura del país con el empeño de restablecer el Estado republicano en Panamá como fórmula de Gobierno y de promover el acatamiento de las normas internacionales.
"Estoy empeñado en recuperar el prestigio de la Nación a fin de que Panamá vuelva a ser un Estado respetado en la comunidad internacional, que se maneja con seriedad, donde los compromisos públicos y privados se cumplan a cabalidad, donde las decisiones judiciales sean el resultado de criterios jurídicos ilustrados y razonados, como debe ocurrir en todo Estado republicano", dijo Mulino en una actividad de la Sociedad Bolivariana de Panamá.
El Derecho Internacional "será el principio rector de nuestra política exterior. Y a él nos ceñiremos para asegurar que el Estado panameño sea respetado y valorado en la comunidad internacional y que la República de Panamá recupere el prestigio y posicionamiento que corresponden, en el concierto de las naciones".
Como establecen, según resaltó Mulino, "las orientaciones que emanan de la brillante y legendaria carrera del Libertador Simón Bolívar, gran artífice de la libertad americana y eminente creador de repúblicas".
El nuevo jefe de Estado panameño, que se define como pro empresa privada y también promete devolver al país el auge económico y frenar la migración irregular por el Darién, la selva fronteriza con Colombia por la que cruzan cientos de personas a diario rumbo a Norteamérica, llega al poder tras un proceso electoral complicado.
Mulino, de 65 años, será investido en un evento en la capital panameña tras su victoria en los comicios del pasado 5 de mayo, en los que obtuvo el 34,23 % de los votos.
Su candidatura fue ratificada 'in extremis' por el Supremo tras la inhabilitación por una condena en firme por corrupción del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), de quien era su compañero de fórmula a la Vicepresidencia. De hecho, no tendrá vicepresidente, al quedar vacante esta candidatura.
Martinelli permanece asilado en la embajada de Nicaragua desde el pasado 7 de febrero.
Mulino ha dicho públicamente que al llegar al poder "ayudaría" a Martinelli "como corresponde de acuerdo a la ley", después de que el actual Gobierno le negara un salvoconducto para viajar a Nicaragua.
Mulino (1959, Panamá), abogado y exministro de varias carteras, a quien llaman "Stalin Mulino" por su parecido físico con el dictador soviético, se destacó como el favorito en las encuestas entre los ocho aspirantes presidenciales, con sondeos que unas veces lideraba con holgura y otras, con un empate técnico con sus competidores más cercanos y con los que no participó en ningún debate presidencial.
Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (1982) por la Universidad Santa María La Antigua (USMA), en 1983 obtuvo una maestría en Derecho Marítimo por la estadounidense Tulane University (Nueva Orleans).
Su experiencia abarca al sector marítimo internacional, donde ha representado a empresas navieras, armadores y bancos en Europa y Asia desde 1989.
Está en posesión de varias condecoraciones panameñas, así como de Argentina, Colombia y Perú, y por otro lado, además, es aficionado a los caballos de paso andaluces y peruanos que cría en su finca.
Formó parte de la Cruzada Civilista Nacional, en la que jugó un papel clave en la oposición al régimen de Manuel Antonio Noriega (1934-2017), quien fue depuesto y capturado por la tropas de EE.UU. en la invasión a Panamá el 20 de diciembre de 1989.
En el ámbito político, Mulino ha liderado varios partidos políticos, y cargos en el sector empresarial ha ocupado cargos en diversos gremios.
En 1990 se incorporó como viceministro de Relaciones Exteriores al Gobierno de Guillermo Endara (1989-1994), que se instaló tras la invasión de EE.UU., pasando a ser titular de esta cartera al suceder a Julio Linares, fallecido días antes de una enfermedad cardíaca.
En abril de 1994 fue el primer canciller panameño que visitó Rusia, tras noventa años de relaciones. Luego, entre 1994 y 1996 fue magistrado suplente de la Sala de lo Civil de la Corte Suprema.
Está casado con Maricel Cohen desde 1985 y tiene cuatro hijos y otros tantos nietos.
En julio de 2009, Martinelli lo nombró ministro de Gobierno (Interior) y Justicia, pero en abril de 2010 pasó a ser titular de Seguridad Pública, teniendo una accidentada gestión por la represión en julio de 2010 de protestas de trabajadores bananeros en la región de Bocas del Toro (Caribe), con un saldo de dos muertos, decenas de heridos y más de un centenar de detenidos.
Al inicio de la Administración de Juan Carlos Varela (2014-2019) fue acusado de corrupción relacionada con la empresa italiana Finmeccanica por supuestamente recibir comisiones por la compra de 19 radares, caso por el que fue encarcelado preventivamente siete meses hasta abril de 2016. Esta causa fue anulada en agosto de 2017.
Ciudad de Panamá, 1 jul (EFE).- Panamá está a la espera de que en unas pocas horas tome posesión este lunes su nuevo presidente, José Raúl Mulino, para convertirse en el octavo mandatario de la República en democracia, tras el régimen militar (1968-1989), en un acto que contará con la presencia, entre otros, del rey de España, Felipe VI, o los presidentes de los países vecinos Colombia, Gustavo Petro, y Costa Rica, Rodrigo Chaves.
El acto de investidura está previsto que comience a las 12:30 hora local (17:30 GMT) en el Centro de Convenciones Atlapa, en la capital panameña, donde Mulino jurará su cargo para el periodo 2024-2029 y le será impuesta la banda presidencial por el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), elegido poco antes por los nuevos diputados que inician legislatura este lunes tras las elecciones del pasado 5 de mayo.
En esos comicios, Mulino, de 65 años, se impuso con el 34,23 % de los votos, después de una accidentada campaña electoral en la que comenzó como candidato a vicepresidente de la fórmula del exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014), pero pasó a ocupar su lugar in extremis tras la inhabilitación del exgobernante después de ser condenado a más de diez años de prisión por corrupción y asilarse en la Embajada de Nicaragua en Panamá.
Pero a pesar de la rotunda victoria presidencial, en los votos para el Parlamento la elección estuvo mucho más repartida, lo que llevó a Mulino a mantener numerosas reuniones con las bancadas de la nueva Asamblea, entre ellas la coalición independiente Vamos, la primera minoría parlamentaria, una señal de que piensa consensuar las medidas que deberá tomar para sacar al país de la crisis y que pueden generar rechazo social.
En el plano internacional, el aún presidente electo aprovechó la llegada de mandatarios a su investidura para reunirse el mismo domingo, entre otros, con el gobernante de la vecina Costa Rica, Rodrigo Chaves, para abordar "temas relacionados con los límites entre ambos países, el centro de control integrado de Paso Canoas y temas migratorios", según un comunicado.
La conversación entre los mandatarios y sus delegaciones "se centró en la migración que afecta a ambos países, ampliando las estadísticas de los migrantes y la crisis humanitaria que viven, tema en común que afectan a Panamá y a Costa Rica", señaló la nota de la oficina de Mulino.
El presidente electo también trató la crisis migratoria el domingo con el secretario estadounidense de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un encuentro en el que expresaron la necesidad de cooperar "estrechamente" para "abordar y resolver la crisis humanitaria" en la provincia de Darién, frontera natural con Colombia que atraviesan a diario cientos de migrantes en su camino hacia Norteamérica.
Según un comunicado de la oficina del presidente electo, Mulino reafirmó su compromiso de "trabajar en equipo con el Gobierno de los Estados Unidos, para encontrar soluciones efectivas a esta situación", y destacó "su firme propósito de combatir el negocio alrededor de la migración irregular".
El nuevo gobernante de Panamá, que entre sus varios retos afronta la crisis migratoria, ha planteado repatriar de manera masiva a los migrantes irregulares que atraviesan desde Colombia la selva del Darién, y ha pedido además a Estados Unidos un acuerdo de cooperación para que lo financie, después de que más de 520.000 personas se trasladaron por la jungla en el 2023, una cifra inédita, y este año ya se superan las 195.000, según datos oficiales.
Otro de los mandatarios con los que se espera que Mulino trate el tema migratorio es el colombiano Gustavo Petro, que llegó el domingo a Panamá, y que se suma a otros presidentes que participarán en la investidura como el dominicano Luis Abinader, o la hondureña Xiomara Castro.
También asistirán los ministros de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares; Ecuador, Gabriela Sommerfeld; de Paraguay, Rubén Ramírez; Perú, Javier González Olaechea; Colombia, Luis Gilberto Murillo, y Nicaragua, Denis Moncada, entre otros.
Una de las personalidades que más expectación generó fue el rey Felipe VI, que ya asistió hace cinco años a la toma de posesión del presidente saliente, Laurentino Cortizo, y también lo hizo como príncipe en las de Ricardo Martinelli (2009), Martín Torrijos (2004) y Mireya Moscoso (1999).
Además esta será la tercera toma de posesión a la que acude en Centroamérica en lo que va de año, tras la del mandatario guatemalteco, Bernardo Arévalo, en enero y la de Nayib Bukele en El Salvador el pasado 1 de junio.