El candidato reformista a la Presidencia de Irán se opone a la censura de Internet y a la imposición del velo

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El candidato presidencial iraní Masud Pezeshkian ha comenzado a hacer campaña para la segunda vuelta del 5 de julio de las elecciones presidenciales con un mensaje a favor de la libertad en Internet y de la relajación de las estrictas medidas sobre la imposición del velo a las mujeres. "El Gobierno no debería intervenir en la cuestión del hiyab", ha manifestado el ex ministro de Salud y candidato reformista en un mensaje publicado en su página web. "Es una cuestión cultural y racional", ha añadido, "y si decimos a la Policía y la Judicatura que resuelvan el problema, vamos a crear más problemas todavía", ha añadido. Pezeshkian se ha referido indirectamente a recientes políticas del fallecido presidente de Irán, Ebrahim Raisi, que capacitaban a la llamada Policía de la Moral a imponer a las mujeres el uso del velo, a pesar de las trágicas consecuencias de las protestas de 2022 y 2023 en todo el país contra la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia, supuestamente por llevar mal puesta la vestimenta. La represión policial a las protestas se saldó con cientos de muertos aunque el Gobierno iraní achacó las manifestaciones a la presencia de alborotadores a sueldo de potencias extranjeras. La corta campaña electoral comenzará formalmente esta noche y tendrá sus momentos culminantes en dos debates consecutivos el lunes y el martes entre Pezeshkian y el candidato conservador Said Jalili, antiguo representante del país en las negociaciones con la comunidad internacional sobre el programa nuclear. Pezeshkian fue el candidato más votado de la primera vuelta pero no consiguió el 50 por ciento de los votos necesarios más uno para lograr la victoria directa. Jalili ahora cuenta con el respaldo de todo el frente conservador de cara a la segunda ronda de estos comicios, adelantados por la muerte en mayo de Raisi en un accidente de helicóptero. La primera vuelta de los comicios se saldó con los peores índices de participación de la historia de la república islámica, un escaso 40 por ciento aproximado. Antiguas figuras políticas como el ex ministro de Exteriores Mohamad Javad Zarif han reconocido que es necesario hacer más para atraer a la población a las urnas. "La ausencia de más del 60 por ciento de los iraníes en las elecciones es sin duda una señal clara de la insatisfacción y la decepción de nuestro buen pueblo con la forma de gobernar. Por mi parte pido disculpas a toda la gente por los fallos", ha lamentado en su cuenta de la red social X.

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