Berlín, 29 jun (EFE).- La Policía de la ciudad de Essen, en el oeste de Alemania, ya ha detenido a varios manifestantes de los miles que protestan contra el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y bloquean los accesos a los 600 delegados que intentan llegar al edificio donde se celebrará el congreso de la fuerza.
"Se produjeron varios actos violentos (...). Algunos manifestantes llevaban máscaras y atacaron a agentes de policía. Ya se han realizado varias detenciones", señaló la Policía de Essen en la red social X.
En un cruce, un numeroso grupo de personas intentó romper un cordón policial, por lo que un centenar de agentes de las fuerzas de seguridad utilizaron gas pimienta y porras para detenerlas.
La Policía advirtió que se impedirán sistemáticamente los intentos de franquear las barreras y que "los delitos penales serán perseguidos sistemáticamente".
La Policía está presente con unos 4.000 agentes, drones y al menos tres cañones de agua para garantizar la seguridad de los delegados, que tienen dificultades para llegar a la sede del congreso y que deben sortear vallas y sentadas de miles de manifestantes que claman con pancartas con lemas como "derechos humanos en lugar de ultras" y gritos contra la "propaganda nazi" de la AfD.
Las autoridades esperan unos 100.000 manifestantes a lo largo del día en Essen, entre ellos unos mil extremistas de izquierda.
En la ciudad ya anoche hubo un concierto-protesta y se ha levantado un "campamento contra el racismo", desde el que esta mañana casi 2.000 personas se dirigieron hacia la Grugahalle, donde se celebrará el congreso del partido ultra, que la ciudad de Essen quiso evitar al impedir el congreso.
La ciudad de Essen es la accionista mayoritaria del recinto ferial. En enero de 2023, la AfD recibió un contrato de alquiler del Grugahalle, que la ciudad anuló con el argumento de que cabía "suponer que se harán declaraciones que son penalmente perseguibles", en palabras del alcalde conservador, Thomas Kufen.
La AfD demandó a la ciudad y ganó el pleito. En respuesta, en un gesto provocador para el partido, la ciudad izó banderas arcoíris y de la Unión Europea (UE) delante del edificio donde se celebrará el congreso.
Entre el sábado y domingo los 600 delegados pretenden reelegir a los colíderes Tino Chrupalla y Alice Weidel, y crear el puesto de un secretario general a partir de 2025 y posiblemente eliminar a partir de entonces la bicefalia en la cúpula.
Además, se verán dos resoluciones sobre la guerra rusa en Ucrania, ante la cual la AfD rechaza la política de sanciones contra Rusia y considera que la respuesta occidental solo contribuye a una "escalada", y se prevé un debate sobre cómo nominar en el futuro a los cabezas de lista en elecciones como las europeas tras los escándalos recientes.
En la europeas, AfD fue la segunda fuerza política más votada, al lograr un 15,8 % de los votos. Sólo los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU), que salieron victoriosos con un 30 % de los votos, estuvieron por encima de la formación ultraderechista.
Antes de los comicios, la dirección de AfD se vio golpeada por los sucesivos escándalos protagonizados por el que era su cabeza de lista para las europeas Maximilian Krah, un político que ha tenido que dejar las altas instancias del partido después de haber dicho que no todos los integrantes de la organización nazi SS eran criminales.
Después de decir eso, Krah dejó la dirección del partido y tuvo que ser apartado de la campaña de las europeas.
Además, hay una investigación en curso contra Petr Bystron, que fue número dos en la lista de la AfD a la Eurocámara y ha sido elegido eurodiputado, por supuestos delitos de soborno y lavado de dinero, acusaciones que el político rechaza.
Esta semana las fuerzas de seguridad de Alemania y de la República Checa realizaron nuevos registros en varias propiedades relacionadas con el diputado en el marco de la investigación abierta contra él por la recepción de supuestos sobornos por parte de Rusia.