Berlín, 29 jun (EFE).- La colíder del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, pidió hoy "respeto" a la fuerza tras ser expulsada de Identidad y Democracia (ID) en la Eurocámara, y expresó su optimismo acerca de la eventual creación de una nueva agrupación de extrema derecha en el Parlamento Europeo.
"Se nos ha quitado la silla", lamentó Weidel en el congreso del partido que se celebra en la ciudad alemana de Essen, en el oeste de Alemania, donde unos 600 delegados decidirán sobre el liderazgo de la fuerza bajo fuertes medidas de seguridad y protestas de unas 70.000 personas de 50 ciudades, según el movimiento "Resiste".
ID expulsó a la delegación de la AfD del grupo a finales de mayo a raíz de unas polémicas declaraciones del principal candidato de la formación alemana a las elecciones europeas del 9 de junio pasado, Maximilian Krah, en las que trivializaba sobre las SS nacionalsocialistas.
"Como partido exigimos una interacción respetuosa en pie de igualdad, porque somos Alternativa para Alemania", recalcó Weidel, quien añadió que el partido ultra va por "buen camino para crear un grupo parlamentario que se mantenga firmemente a su lado en los próximos cinco años".
Weidel negó esta semana sin embargo que haya negociaciones para formar una nueva alianza llamada "Los Soberanistas", con potenciales nuevos socios como la formación del español Alvise Pérez, Se Acabó la Fiesta (SALF).
Condiciones para un nuevo partido
La colíder de la AfD dejó claro que quien quiera sumarse al partido en la Eurocámara debe estar de acuerdo con el rechazo a la mutualización de la deuda o la adhesión de Ucrania a la Unión Europea (UE).
"Los intereses de nuestro país no incluyen la redistribución y el regalo del dinero de nuestros impuestos a los Estados deudores de Europa. Definitivamente, esto no incluye tirar nuestra riqueza nacional por la ventana para las Von der Leyen y Melonis en Europa".
Arremetió así contra la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien no quiere cooperar con la AfD en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).
"Quien quiera unirse a nosotros en este camino será bienvenido", afirmó Weidel, quien se mostró "muy optimista" acerca de la posibilidad de poder formar un nuevo grupo de extrema derecha en el Parlamento Europeo tras las elecciones europeas de junio, en las que la AfD quedó en segundo lugar en Alemania con un 15,8 %.
"¡Estamos aquí y nos quedaremos!", exclamó, y recordó que en el este de Alemania la AfD es la primera fuerza.
Como era de esperar, Weidel abogó por una dura política hacia la inmigración tras criticar la estrategia de puertas abiertas de la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) de la excanciller Angela Merkel en 2015. "Los millones que entraron ilegalmente (...) tienen que salir", reclamó.
"Necesitamos la deportación inmediata de 300.000 personas que están obligadas a abandonar el país y los delincuentes deben salir inmediatamente. Y necesitamos controles fronterizos sólidos con devoluciones", enfatizó Weidel.
"Todo aquel que quiera trabajar, integrarse en nuestra sociedad y cumple nuestras reglas es bienvenido, pero para los demás ya no hay lugar aquí", sostuvo la colíder de la AfD, cuyo partido es vigilado por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución como presunta organización de extrema derecha.
Esta oficia, dijo, se ha convertido "en un enemigo de la Constitución y debe ser abolida en su forma actual".
Weidel también exigió la renuncia de la coalición gubernamental formada por socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, Los Verdes y los liberales. "Me interesaría mucho saber cuándo va a dimitir por fin este gobierno de semáforo", los colores de los tres partidos que dirigen Alemania, dijo.
El resultado de la gestión del Gobierno es una "desindustrialización de Alemania" y una "crisis migratoria", aseveró. EFE
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