Nueva Delhi, 28 jun (EFE).- La Cachemira administrada por la India reforzó este viernes la seguridad en la región en vísperas del inicio de la mayor peregrinación hindú, conocida como Amarnath Yatra, y que coincide con un reciente aumento de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la insurgencia en la disputada región.
Si bien las autoridades aumentan tradicionalmente la seguridad cada año durante el periodo de peregrinación, un alto funcionario de la policía dijo a EFE, bajo condición de anonimato, que este año se han implementado medidas de seguridad adicionales debido a una serie de recientes ataques insurgentes en la zona.
El gobernador de la Cachemira india, Manoj Sinha, un cargo designado directamente por Nueva Delhi, confirmó este viernes el despliegue de efectivos de seguridad a lo largo de los 350 kilómetros que separan la región de Jammu, desde donde mañana partirá el primer grupo de 4.603 peregrinos, hasta el valle de Cachemira, donde se dirigen.
Este dispositivo incluye búnkeres de seguridad, tiradores y drones apostados por toda la ruta, y además el gobernador pidió a los lugareños su apoyo para que la peregrinación sea "un gran éxito".
Cientos de miles de hindúes ascienden cada año a la cueva-santuario de Amarnath, situada a 3.880 metros de altitud en el Himalaya indio. Según la tradición, el dios Shiva reveló ahí el secreto de inmortalidad a su esposa Parvati.
La leyenda dio lugar a la creencia de que aquel que peregrina hasta la cueva obtendrá la inmortalidad.
Al incremento de la seguridad se suma una serie de restricciones al tráfico en diferentes caminos que atraviesan la ruta y que permanecerán en vigor hasta el 19 de agosto, coincidiendo con el último día de peregrinación, indicó la Policía en un comunicado oficial.
Esta peregrinación hindú tiene lugar, por lo general, sin interrupciones. Sin embargo, la Policía ha reportado cuatro supuestos ataques insurgentes contra participantes en la Amarnath Yatra en lo que va de siglo, el último de ellos en 2017, que se han saldado con la muerte de 45 fieles hindúes y decenas de heridos.
La disputada región de Cachemira ha experimentado un aumento de los ataques insurgentes y de las operaciones de las fuerzas de seguridad en las últimas semanas, especialmente tras la muerte de nueve peregrinos hindúes el pasado 9 de junio cuando supuestos insurgentes atacaron el autobús en el que viajaban, en un incidente que se saldó con más de treinta pasajeros heridos.
Este territorio es disputado por la India y Pakistán desde su independencia del Imperio británico en 1947, y la región se vio sumida desde 1989 en una revuelta armada de corte separatista, que exige la independencia total de Nueva Delhi o su fusión con Pakistán. EFE
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