"Es el corazón el que habla": las legislativas polarizan Francia más allá de París

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Nerea González

Aviñón (Francia), 28 jun (EFE).- En vísperas de unos inesperados comicios legislativos que decidirán el futuro de Francia, los partidos se disputan el terreno en Aviñón (sur), lejos de los focos de París, donde la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que lidera Marine Le Pen, es favorita; la izquierda clama para frenarla y el macronismo parece batirse en retirada.

"Es el corazón el que habla", asegura a EFE Ahmed Mahdani, un comerciante marroquí instalado en Francia desde los años setenta, al ser consultado sobre sus intenciones de voto en el concurrido mercado de Le Pontet, en el extrarradio popular de Aviñón, donde la mayoría de comerciantes son de origen migrante.

Hasta ese mercado en busca de votos se han desplazado en la recta final de la campaña casi todos los candidatos para el escaño por la primera circunscripción de Vaucluse, donde se encuentra la ciudad que fue se de los papas en el siglo XIV, y que ahora tiene 90.000 habitantes.

El verano allí es sinónimo de teatro por su festival (junto al de Edimburgo, el más célebre del mundo), pero este año el terremoto electoral se disputa el protagonismo con el certamen cultural que comienza el sábado, en vísperas de la primera vuelta de las elecciones.

Lejos del bullicio bohemio del festival y a pesar de su origen migrante, Mahdani asegura que su familia votará por admiración a los representantes locales, a Agrupación Nacional, la formación que con Le Pen y Jordan Bardella al frente triunfó en las pasadas elecciones europeas, con el 31,37 % de los votos en toda Francia.

Esa victoria, entendida como un humillante castigo para su gobierno, decidió al presidente francés, Emmanuel Macron, a disolver la Asamblea Nacional en un órdago que, como señalan todas las encuestas, llevará al macronismo a perder la mayoría relativa con la que gobierna desde las elecciones de 2022.

El gran beneficiario debe de ser, al menos en primera vuelta, Agrupación Nacional, hasta 2018 llamada Frente Nacional, y que estuvo presidido durante casi cuatro décadas por Jean-Marie Le Pen, antes de que le sucediera su hija Marine

"Vemos la decadencia de Francia en términos de identidad. Queremos a todo el mundo, pero cuando hay demasiado, es demasiado. En un momento dado hay una invasión", opinan también en Le Pontet Bruno y Josiane, un matrimonio de votantes lepenistas desde los tiempos del FN, en relación a la población inmigrante, un 10,3 % del total en Francia, según datos oficiales.

Con Marine Le Pen al frente, RN ha cosechado sus mejores resultados. Entre sus votantes, como lo precisa el instituto demoscópico Ifop, hay sobre todo obreros de mediana edad, pequeños empresarios con ingresos medios o bajos, personas con niveles de formación bajos o medios, y habitantes de zonas rurales o de ciudades pequeñas.

En Aviñón, el Ayuntamiento está en manos socialistas, pero las localidades periféricas de Le Pontet y Morières-lès-Avignon las controla RN, así como el escaño de la circunscripción, que representa a casi 75.000 electores, que la diputada Catherine Jaouen aspira revalidar.

 "Me dicen que cuentan con nosotros para restablecer el orden en Francia", explica a EFE Jaouen sobre sus votantes, durante una pausa de su recorrido por el mercado de Le Pontet.

Frente al avance de la ultraderecha y con un macronismo debilitado que apuesta por ser la alternativa frente a los extremismos, los principales grupos de izquierda -La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, el Partido Socialista (PS), los comunistas y los ecologistas- se han aglutinado en el Nuevo Frente Popular (NFP).

"Mis padres vinieron de España huyendo de Franco y ahora vamos a ver fascistas en Francia. Nunca pensé que esto pasaría", señala Nadine, votante del NFP, en el mercado de Le Pontet.

Pero la unión de la izquierda dista de ser perfecta y Aviñón es un buen ejemplo. Allí las siglas NFP se las disputan dos candidatos: el joven Raphaël Arnault, militante antifascista en Lyon con familia en Aviñón investido por LFI, y el apoyado por los socialistas locales, Philippe Pascal.

"El principal reto es muy sencillo: derrotar a la extrema derecha", resume tajante Arnault sobre los comicios, en declaraciones a EFE.

Pascal coincide en ese objetivo, pero se aparta de lo que considera la izquierda "radical" del controvertido líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, y aduce que están acostumbrados a campañas "respetuosas", incluso con la gente de extrema derecha.

Para Arnault, sin embargo, el discurso que los equipara con RN es parte de la "confusión generalizada" que ha encumbrado a la ultraderecha: "los antifascistas -argumenta- son los violentos, aunque luchamos precisamente contra la violencia de la extrema derecha; las feministas son las verdaderas sexistas; los antirracistas son calificados de antisemitas".

La división es descorazonadora para los votantes de izquierdas, reconoce a EFE Cristine, una actriz de teatro vecina de Aviñón que se ha acercado a uno de los últimos actos de campaña de Arnault.

Pero aún así no se desanima: "vamos a tener el Festival de Aviñón, que es reconocido mundialmente, somos un escaparate del teatro y sabemos que no debemos rendirnos". EFE

ngp/ac/fpa

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