Salvador Martínez Mas
Berlín 28, jun (EFE).- El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) celebrará este fin de semana entre protestas su 15º congreso federal en la ciudad de Essen (oeste), con el principal objetivo de renovar su liderazgo, en un momento en que, pese al buen resultado de esta formación en las últimas elecciones europeas, se escuchan críticas a sus colíderes: Tino Chrupalla y Alice Weidel.
La cita, que se espera acoja a los 600 delegados del partido en el espacio multiusos Grugehalle de Essen, ha estado precedida de un clima especialmente hostil hacia el partido, pues para este congreso las autoridades esperan movilizaciones de hasta 100.000 personas que mostrarán su rechazo a AfD, según cálculos de la Policía.
Las autoridades también prevén que hasta 1.000 extremistas de izquierda se hagan notar entre las manifestaciones anti-AfD, en las que tampoco se descarta que haya activistas violentos.
Habrá miles de agentes desplegados en Essen con la misión de garantizar la seguridad del acto político, según explicó Detlef Köbbel, responsable del dispositivo policial de este fin de semana, que se desplegará aún cuando sábado y domingo las fuerzas del orden también deberán asegurar el desarrollo de la Eurocopa, cuyos octavos de final se celebrarán a partir del sábado.
Mientras la seguridad será la mayor preocupación fuera del Gruggehalle, dentro del espacio multiusos, los responsables de AfD tendrán la misión de renovar la dirección del partido, en la que se quieren mantener el dúo formado por Chrupalla y Weidel.
Ambos llegarán al congreso con intención de enseñar músculo político tras haber llevado a su partido en las europeas a su mejor resultado en una cita con las urnas.
En la europeas, AfD fue la segunda fuerza política más votada, al lograr un 15,8 % de los votos. Sólo los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU), que salieron victoriosos con un 30 % de los votos, estuvieron por encima de la formación de Chrupalla y Weidel.
Antes de ese buen resultado en las europeas, la dirección de AfD se vio golpeada por los sucesivos escándalos protagonizados por el que era su cabeza de lista para las europeas Maximilian Krah, un político que ha tenido que dejar la altas instancias del partido después de haber dicho que no todos los integrantes de la organización nazi SS eran criminales.
Después de decir eso, Krah dejó la dirección del partido y tuvo que ser apartado de la campaña de las europeas.
Además, un colaborador de este político está imputado en un caso de espionaje a favor de Rusia mientras que el nombre del propio Krah figura también en investigaciones relacionadas con supuestos pagos de origen ruso.
"Desde la campaña por las elecciones europeas reina en AfD una gran inquietud", señalaba en una de sus ediciones de este mes de junio el semanario 'Der Spiegel'.
La revista citó fuentes internas del partido según las cuales, dentro de AfD; "muchos exigen que se extraigan consecuencias" por la gestión del caso Krah.
Los hay en el partido que opinan que Chrupalla y Weidel debían haberse distanciado de Krah antes, otros piensan que no debió ser cabeza de lista de AfD en las europeas, pero también existe la corriente de quienes consideran que con este polémico político la formación podría haber conseguido un mejor resultado.
"Para muchos votantes, por mucho que estos escándalos jueguen un papel en la prensa y traten de usarlos los partidos de la competencia, todo eso no es importante", dijo a EFE Nils Diederich, politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
El 15,8 % obtenido por AfD en las europeas está muy por debajo del 20 % que solían atribuir los sondeos de intención de voto al partido ultraderechista antes de esa cita con las urnas.
Actualmente, las encuestas le atribuyen a AfD el apoyo de cerca de un 17 % del electorado.
De cara a las elecciones regionales de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, tres estados federados del este alemán que votan en septiembre, este partido parte como favorito.
"Lo que muestran los sondeos, especialmente en el este de Alemania es que AfD se ha convertido en un partido establecido que compite al mismo nivel que los grandes partidos", según Diederich.
"Muchos votantes, especialmente en el este de Alemania, están insatisfechos con el Gobierno de alemán y los cristianodemócratas", añadió este experto, que considera a AfD como un "partido de protesta fuerte en el este aunque también tiene peso en el oeste". EFE
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