El temple de Biden y el magnetismo de Trump: puntos fuertes y débiles de cada candidato

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Washington, 27 jun (EFE).- El debate que este jueves enfrenta al presidente demócrata, Joe Biden, y al exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021) mostrará ante las cámaras no solo dos formas de entender la política, sino dos personalidades opuestas: serena por parte del actual inquilino de la Casa Blanca y temperamental en el caso de su antecesor.

Estos son sus puntos fuertes y débiles:

Biden fue senador de 1973 a 2009, vicepresidente bajo el mandato de Barack Obama (2009-2017) y desde enero de 2021 ocupa la Presidencia. Trump, en cambio, saltó a la arena política tras una larga carrera empresarial con incursiones puntuales en el mundo del espectáculo, pero sin experiencia previa en los pasillos del poder.

El actual mandatario es un "institucionalista", explica a EFE Tom Hollihan, profesor de Comunicación en la Escuela de Comunicación y Periodismo USC Annenberg. Trump, por su parte, "es una personalidad televisiva muy grandilocuente, que capta la atención y dice cosas deliberadamente provocadoras".

Estar en la Casa Blanca pone al alcance de Biden todos los recursos de la autoridad. Su presencia mediática se multiplica por los compromisos propios de su cargo y sus encuentros con líderes internacionales impulsan su imagen presidencial.

Al mismo tiempo, los comicios del 5 de noviembre pueden interpretarse como un referéndum a su labor. Trump tiene el paso del tiempo a su favor y el olvido en la memoria colectiva de algunas de sus propuestas más disparatadas, como la de tratar el coronavirus con una inyección de lejía.

Biden tiene 81 años y su rival 78. Hay tres años de diferencia, pero solo uno de ellos es octogenario y ve cuestionadas en la arena pública las consecuencias de la edad.

"Los dos han tenido momentos preocupantes sobre sus capacidades, pero Trump siempre ha sido un poco errático. Cuando es más errático, la única impresión que da es que está siendo él mismo, en vez de mostrar señales de envejecimiento", apunta Tammy Vigil, profesora de Comunicación en la Universidad de Boston.

Biden tiene en su esposa un apoyo fiel. "Soy Joe Biden, el marido de Jill Biden", suele decir en los mítines donde está acompañado de la primera dama. La mujer de Trump rara vez se deja ver con el exmandatario, ya sea en actos oficiales o fuera de agenda.

Tanto Ivanka Trump, hija del expresidente, como su marido, Jared Kushner, que ejercieron de asesores durante su mandato, se han mantenido al margen, por lo que el círculo público de este se ha reducido a Eric y Donald Trump Jr. y a sus esposas.

"La gente puede preguntarse si esas ausencias ponen en cuestión su apoyo a él y si ellos deberían por tanto cuestionarse si lo respaldan", recalca Vigil.

Trump puede decir una cosa sin sentido tras otra y a sus partidarios no les importa, apunta Steven Fein, profesor de Psicología del Williams College. "Biden está sometido a un mayor escrutinio por la gente de izquierdas, así que se tiene que preocupar más por no ofenderlos y también por ganar a los de centro".

Esto hace que el actual mandatario sea quien tiene más que ganar o perder en este primer cara a cara. No solo las expectativas sobre él son más altas, sino que no debe dar motivos a quienes mirarán con lupa posibles fallos atribuibles a su edad.

Biden tiende a atraer a un electorado de áreas urbanas, con mayor educación e ingresos medios. También a los afroamericanos y a las mujeres.

Trump suele tener de su lado a los extremos: a los de un nivel socioconómico bajo, que se adhieren a su lema de campaña 'Make America Great Again' (Hacer América grande de nuevo), popularizado como MAGA, pero también a los empresarios, tanto de grandes como de pequeños negocios.

Trump tiene en su contra cuatro casos penales y una condena, la primera contra un exmandatario del país, por falsificación de registros comerciales para comprar el silencio de una actriz porno durante la campaña de 2016.

Biden llega sin antecedentes pero salpicado por la declaración de culpabilidad a su hijo Hunter por compra y posesión ilegal de un arma en 2018. Aunque no son situaciones comparables, uno y otro bando las utilizan contra su rival.

Washington, 27 jun (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, y su rival, el expresidente Donald Trump (2017-2021), llegan al debate de este jueves en CNN con un empate en las encuestas a nivel nacional, pero con el republicano por delante en la mayoría de los estados que serán clave en las elecciones de noviembre.

Según la media de encuestas del portal FiveThirtyEight, Trump tiene un 41 % de intención de voto, frente al 40.9 % de Biden, que ha recuperado terreno en las últimas semanas y para el que una buena actuación en el debate es vital para mejorar en los sondeos y despejar parte de las dudas sobre si puede gestionar un segundo mandato con 81 años.

La última encuesta nacional, publicada el miércoles por el diario The New York Times, da a Trump una ventaja de tres puntos sobre Biden con un 40 % de la intención de voto entre los probables votantes.

Los sondeos ponen a ambos candidatos dentro o a muy poca distancia del margen de error, con lo que la actuación en el debate, el más temprano de la historia, puede ser decisiva para cambiar la tendencia en las encuestas y orientar la percepción de los votantes.

Las encuestas en los estados decisivos, los que se pueden inclinar a uno u otro candidato, dan ventajas a Trump en la mayoría.

En Míchigan, Wisconsin y Pensilvania el margen es de empate técnico, mientras que Trump tiene márgenes claros en Georgia, Carolina del Norte, Nevada y Arizona.

Este debate será histórico, no sólo porque llega antes de las convenciones de ambos partidos (nunca antes se había celebrado un cara a cara antes de septiembre), sino por la edad de los candidatos (78, Trump; 81, Biden).

Además, es el primero que no organiza la Comisión de Debates Presidenciales desde 1988 y el primero desde el debate televisivo inaugural de 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon que no tiene público.

Atlanta (EE.UU.), 27 jun (EFE).- El demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump se verán las caras este jueves en Atlanta (Georgia) en el primer debate presidencial antes de las elecciones del 5 de noviembre.

Esto es todo lo que hay que saber de este inédito cara a cara, el primero de la historia entre un presidente de Estados Unidos en ejercicio y un exmandatario del país.

El debate, emitido por la CNN, comenzará a las 21.00 horas de la costa este (01.00 GMT del viernes) y tendrá 90 minutos de duración con dos pausas comerciales en las que los candidatos no podrán hablar con sus asesores.

Con el lanzamiento de una moneda al aire, se decidió que el podio de Biden se sitúe en el lado derecho de la pantalla y el de Trump en el izquierdo. El republicano dará las declaraciones finales, lo que significa que el demócrata finalizará antes su intervención.

Para evitar interrupciones, los micrófonos de los candidatos estarán apagados cuando no sea su turno de palabra y no habrá público. Biden y Trump tienen prohibido llevar anotaciones preparadas, pero dispondrán de una libreta y un bolígrafo durante el cara a cara.

Nunca antes un debate presidencial se había celebrado en junio. Tradicionalmente, se llevaban a cabo durante los meses de septiembre y de octubre, en fechas más cercanas al día de las elecciones, que son el primer martes de noviembre.

Biden y Trump se enfrentarán sin haber sido nominados todavía formalmente como los candidatos del Partido Demócrata y del Republicano, que celebrarán sus convenciones nacionales en agosto en Chicago y en julio en Milwaukee, respectivamente.

Lo cierto es que ambos ganaron las primarias de forma inusualmente temprana y sus campañas argumentan que se debe comenzar a debatir cuanto antes porque hay estados donde el voto anticipado arranca en septiembre.

La cadena CNN se encarga de la organización y de la emisión del debate, que estará moderado por los periodistas del mismo canal Jake Tapper y Dana Bash.

Es la primera vez en casi 40 años que no se encarga la Comisión de Debates Presidenciales, un organismo independiente que había fijado fechas para el 16 de septiembre, el 1 de octubre y el 9 de octubre, pero ambos partidos la boicotearon por discrepancias sobre su funcionamiento en los debates de 2020.

Biden y Trump debatirán solos dado que el candidato independiente Robert F. Kennedy Jr., sobrino del expresidente John F. Kennedy y quien se presenta como una tercera vía en las próximas elecciones, no logró cumplir con los requisitos exigidos por la CNN.

Entre los criterios de la cadena había aparecer en un número suficiente de boletas estatales y recibir al menos el 15 % de apoyo en cuatro encuestas nacionales. Kennedy Jr. denunció su exclusión como "antidemocrática y cobarde".

El presidente y el exmandatario debatieron en dos ocasiones durante la campaña de 2020 y desde entonces no han estado en ningún cara a cara. Trump se negó a participar en los debates de las primarias republicanas.

Biden ha estado casi una semana encerrado en el retiro presidencial de Camp David para prepararse para la cita, mientras el republicano ha alternado las reuniones con su equipo y mítines en los que ha arremetido contra su rival.

Todos los ojos estarán puestos en la lucidez de Biden, cada vez más cuestionado por su edad, de 81 años, y en el carácter explosivo de Trump, de 78 años, conocido por sus insultos y ocurrencias.

Biden y Trump han acordado celebrar al menos otro debate, el 10 de septiembre en la cadena ABC News, del que todavía no hay muchos detalles, pero se sabe que estará moderado por David Muir y Linsey Davis.

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