Baumgartner y Sabitzer: la tecnología punta alemana que apuntala el ataque de Austria

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Juan Manuel Sánchez

Berlín, 27 jun (EFE).- Una de las claves para que la asombrosa selección de Austria de Ralf Rangnick haya encabezado el durísimo grupo D, en el que figuraban las favoritas Francia y Países Bajos, está en su ofensiva, en la que sobresalen dos jugadores que representan las tan cacareadas virtudes del país en el que juegan: Marcel Sabitzer y Christoph Baumgartner.

Ambos exhiben la tecnología punta en ataque de un combinado austriaco que ha sorprendido a propios y extraños desde el inicio del torneo, en el que cayeron inmerecidamente ante la selección gala, fruto de un accidental gol en propia meta, pero del que se repusieron para sepultar a Polonia y retratar a Países Bajos.

Dos jugadores de corte técnico, vistosos para el aficionado y de privilegiada visión de juego que combinan a la perfección. La última obra de esta pareja, la jugada que significó el gol de la victoria ante los tulipanes: balón filtrado por Baumgartner a costa de toda la defensa neerlandesa y disparo a quemarropa de Sabtizer para poner el 3-2 definitivo al partido. Pero este tándem es mucho más.

Baumgartner es la brújula que orienta todo el arsenal ofensivo de los centroeuropeos. Su actuación ante Polonia fue antológico. A pesar de estar apercibido por una amarilla recibida en el debut ante Francia, el media punta del RB Leipzig no se guardó nada dentro.

Su clarividencia en la medular dejó, en unos magistrales 20 minutos de arranque, al propio Sabitzer y al capitán Arnautovic en buenas situaciones para haber aumentado la ventaja de 1-0 de que disponía la 'Burschen', pero ambos arietes no estuvieron acertados en los compases iniciales.

Polonia empató el duelo y fue incrementando su presencia en el choque a la espera de que saltara al campo su estrella Robert Lewandowski. Pero fue en esos momentos de dudas en los que Baumgartner puso en liza todo el caudal de fútbol que lleva en las botas.

Apenas llevaba cinco minutos en el césped el delantero del Barcelona, cuando un balón proyectado al corazón del área fue controlado magistralmente por el jugador del Leipzig para enviarlo al fondo de la red de preciso disparo y poner en pie al Estadio Olímpico de Berlín.

Acto seguido, Sabitzer emprendía una galopada en solitario para recibir un penalti, transformado eventualmente por Arnautovic, para corregir su actuación.

En la última fecha de la primera fase, de nuevo en el coliseo de la capital germana, Baumgartner, aún apercibido de sanción, partía desde el banquillo; y el enganche del Borussia Dortmund se multiplicó en sus prestaciones.

Cuando Rangnick sacó al campo al media punta del Leipzig, se produjo el éxtasis final. De la armónica visión de uno y la contundencia en la finalización de otro salió la rubrica del partido, que propulsaba a Austria al liderato, descabalgaba a Francia y Países Bajos de la cabeza, y la lanzaba a la parte cómoda del cuadro final, con posibilidad de ir ampliando la frontera hasta cotas inéditas en la historia de la selección austriaca -nunca han estado en cuartos de final de una Eurocopa-.

Turquía será el siguiente contrincante en poner a prueba la sofisticada tecnología alemana con que embiste Austria. EFE.

jms/nam

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