La gran parrilla argentina

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East Rutherford (Nueva Jersey), 25 jun (EFE).- La gran marea albiceleste, los miles de aficionados argentinos que se tomaron hace cinco días Atlanta y desbordaron el lunes Times Square, convirtieron el aparcamiento del Metlife Stadium en una gran parrilla, en una jornada festiva en la que chorizo y el asado se mezcló con cánticos y juegos de pelota.

El inmenso aparcamiento del estadio de los Jets y de los Giants, con capacidad para 27.500 automóviles, casi una plaza por cada tres aficionados que acuden al recinto se convirtió en una gran fiesta argentina, con música, carne y fútbol.

Aparcaron desde primera hora sus vehículos, montaron sus tiendas, sacaron sus parrillas, sus altavoces y prepararon una previa eufórica del partido, porque la selección de Lionel Scaloni y, sobre todo, Leo Messi lleva prolongando desde el mundial ese estado de excitación que los acompaña allá donde va.

Argentinos de nacimiento o de adopción como Daniel, que nació hace 32 años en Nueva Jersey, pero asegura que en realidad nació de Boca. "A los 3 años su papá le llevó a que saliese al campo de la mano con los jugadores", aseguraba su madre Fátima.

Llegaron cinco horas antes al aparcamiento del estadio y montaron toda la parafernalia. Incluso pintaron su coche, con referencias a un pasado cercano y exitoso (¡qué mirás bobo!)´. De eso se encargó Kimberly, ecuatoriana de nacimiento pero "argentina de corazón".

Y entre los miles de aficionados argentinos, de vez en cuando, como si de la aldea gala de Astérix se tratase, surgía alguna tienda chilena. En buena armonía con sus vecinos pero orgullosos de lucir sus camisetas rojas.

David vive en Canadá y no eligió el partido ente su lugar de residencia y el de nacimiento. Prefirió conducir ocho horas desde Toronto para ver a La Roja frente a Messi.

Como Felipe y su hijo Eduardo Fuentes, que siguen a su selección desde el Mundial de 2014. Los dos santiaguinos fueron primero a Dallas y, desde allí, más de 2.500 kilómetros en auto hasta Nueva York.

"La cantidad no hace la calidad. Además, la mayoría no son argentinos. Son peruanos, ecuatorianos, de Estados Unidos. Aquí todos los que llevamos la camiseta roja somos chilenos de verdad", le señaló a la Agencia EFE Felipe.

El mayor de los Fuentes viste bajo su camiseta otra. La que le dio suerte en 2014, cuando el equipo que entonces dirigía Jorge Sampaoli derrotó por 2-0 a España, la campeona.

"Es cábala, recuérdalo cuando pierda Argentina", asegura. "Si ves que empieza a llover es que están llorando los argentinos", agrega.

Horas antes de que empiece el partido de la segunda jornada del grupo A, ambas aficiones se dan por ganadoras. Viven una jornada de fiesta en un aparcamiento. EFE

og-dvp/cav

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