La misión de la ONU en Sudán del Sur intensifica las patrullas después de los últimos enfrentamientos

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La misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) ha intensificado las patrullas y la colaboración con las autoridades del estado de Unity y del área administrativa de Ruweng, después de que se registrara al menos una decena de muertos en enfrentamientos durante el fin de semana, según fuentes locales. El jefe de la misión, Nicholas Haysom, ha expresado que "la UNMISS está muy preocupada por la escalada de violencia", por lo que ha instado a las autoridades nacionales y locales "a que hagan todo lo posible para garantizar que los jóvenes armados se abstengan de combatir y para reducir las tensiones y restablecer la calma en las zonas afectadas". "Es vital que las disputas y los agravios se resuelvan mediante el diálogo y no mediante el conflicto, que causa un inmenso sufrimiento a las comunidades atrapadas en el fuego cruzado", ha concluido, según reza un comunicado publicado en la página web de la misión. El conflicto estalló el sábado cuando funcionarios de una localidad de Unity viajaron a Ruweng para recuperar el ganado robado a sus comunidades. Tras los incidentes en la entrega prevista, estalló la violencia en otras zonas y las tensiones "siguen siendo elevadas a ambos lados de la frontera, avivadas por informes sobre nuevas movilizaciones de jóvenes armados". Los enfrentamientos transfronterizos han habrían causado "varias muertes, la destrucción de propiedades y el desplazamiento de civiles", si bien ha indicado que el balance de víctimas no se ha verificado. En respuesta, la UNMISS ha intensificado las patrullas en la localidad de Pariang y reforzará el número de efectivos en su base temporal para ayudar a proteger a los civiles de la zona. También ha enviado una patrulla al puerto de Manga, otra zona en la que se ha informado de riesgo de violencia, mientras que se está desplegando otra patrulla en Aliny, donde se produjeron los primeros actos violentos. Sudán del Sur cuenta con un Gobierno de unidad que echó a andar tras la materialización del acuerdo de paz de 2018 entre el presidente, Salva Kiir, y el líder rebelde Riek Machar, que derivó en que este último volviera a ocupar el puesto de vicepresidente primero del país africano. Pese al descenso de la violencia por el conflicto político, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios, motivados principalmente por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de población.

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