(AMP.) El Rey, testigo de excepción de cómo los F-18 españoles en Lituania disuaden a Rusia en el Báltico

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El Rey Felipe VI ha sido testigo este lunes de uno de los simulacros con los que los pilotos de los cazas españoles en Lituania se preparan para hacer frente a la amenaza rusa en el Báltico y contribuyen a la disuasión en una zona particularmente caliente de Europa, debido al enclave ruso de Kaliningrado. El monarca, acompañado por el presidente lituano, Gitanas Nauseda, ha asistido al ejercicio de entrenamiento 'Tango Scramble' con el que los pilotos de los F-18 españoles se preparan de cara a una eventual amenaza real por parte de aviones rusos. El objetivo de este simulacro es perfeccionar toda la operación para que cuando se producen alertas reales poder actuar con la máxima diligencia. Así, una vez suela la alarma, el avión debe despegar en menos de 15 minutos y conseguir llegar a la zona donde se ha detectado la presencia de un aparato no identificado en menos de 25. En el ejercicio han participado dos aviones. La aviación rusa efectúa vuelos frecuentes hacia Kaliningrado, el enclave ruso situado entre Lituania y Polonia, y sus pilotos no siempre se identifican cuando se aproximan al espacio aéreo de la OTAN, lo que hace saltar las alertas. Estos simulacros se efectúan de forma diaria, pero también se producen alertas reales, conocidas como 'Alfa Scramble'. La actual rotación de cazas españoles llegó a la base lituana el pasado 1 de abril y ya el 4 de ese mes registró la primera. Desde entonces, y hasta el viernes pasado, ha habido casi una veintena. Para los miembros del contingente español es un "orgullo" que el Rey haya venido a visitarles, según ha contado uno de los pilotos de los F-18, teniente Rafael de Carlos Alonso. "Es un gran honor que venga a visitarnos aquí a la misión, a ver todo el desempeño que estamos haciendo aquí y que observe la profesionalidad con la que estamos trabajando todos", ha asegurado. Según ha explicado a los periodistas que acompañan al Rey, hasta el momento no han tenido ningún susto con ninguna de las misiones que han tenido que realizar, tanto de entrenamiento como alertas reales y ha indicado que los pilotos rusos, una vez que les interceptan no suelen mostrar una actitud desafiantes y responden conforme a los estándares para estos casos. Tras observar cómo los pilotos han acudido equipados en una furgoneta tras escucharse por los altavoces la alerta del ejercicio, han preparado los aviones y han despegado con la rapidez prevista, el Rey, ya sin la compañía del presidente lituano, ha tenido ocasión de conversar brevemente con los militares españoles. A todos ellos les ha trasladado su orgullo por el trabajo que están realizando y su satisfacción por haber podido finalmente conocer de primera mano esta misión, que es una demostración del compromiso de España con la seguridad de sus aliados en el Flanco Este ante la amenaza de Rusia. ESPAÑA PARTICIPA EN LA BAP DESDE 2006 La BAP se creó en 2004 tras la entrada de los países bálticos en la OTAN. Dado que ninguno de los tres disponen de medios aéreos para garantizar su seguridad en este ámbito, son otros países aliados los que se turnan para prestársela. En el caso de España, participó por primera vez en 2006 y desde entonces ha venido haciéndolo de forma periódica, especialmente a raíz de la invasión rusa por parte de Ucrania de la península ucraniana de Crimea en 2014. El actual despliegue del 'Destacamento Vilkas', como se denomina a los efectivos que participan, arrancó el pasado 1 de abril y se prolongará durante cuatro meses. Actualmente lo integran 150 aviadores del Ala 12 y Ala 15 (junto con personal de diversas unidades del Ejército del Aire y del Espacio) y por ocho aviones F-18, que concluirán su misión el 31 de julio. A estos se añade un A400M del Ala 31, con capacidad de reabastecimiento en vuelo de los cazas, así como aviadores del Centro Logístico de Armamento y Experimentación para ayudar con la guerra electrónica, por lo que en total hay casi 190 efectivos. SEGUNDO DÍA SIN MINISTRO DE JORNADA Felipe VI completa así su segunda jornada de la gira que emprendió este domingo por los países bálticos y que inició sin el acompañamiento de ningún ministro. Desde Zarzuela se ha explicado que desde el Gobierno se adujeron problemas de agenda para justificar que no hubiera ningún 'ministro de jornada'. No obstante, el domingo, cuando el Rey volaba ya con destino a Estonia, su primera parada en la gira, el Ministerio de Defensa anunció que su titular, Margarita Robles, se desplazaría el martes hasta Letonia para acompañar al monarca en su visita al contingente desplegado en la base de Adazi en el marco de la misión Presencia Avanzada Reforzada (eFP, por sus siglas en inglés) de la OTAN. Con su encuentro con los militares españoles, el monarca ha puesto fin a su breve visita a Lituania. Don Felipe ha dejado claro el compromiso de España con seguir contribuyendo a su seguridad y en general la de los países bálticos. Así se lo ha trasladado al presidente lituano durante el encuentro y posterior almuerzo que ambos han mantenido en el Palacio Presidencial, en Vilna, en el que ha reiterado también la "determinación" a seguir respaldando a Ucrania ante la invasión rusa. La amenaza de Rusia y la solidaridad con Ucrania está muy presente en Lituania, en cuya capital son numerosas las banderas ucranianas que cuelgan de sus balcones. Asimismo, en un edificio se ha colgado un cartel en el que se avisa al presidente ruso, Vladimir Putin, que "La Haya le está esperando", en referencia al Tribunal Penal Internacional. El monarca ha resaltado durante el brindis que España y Lituania comparten "una visión común de una Europa libre y unida". Si algo ha demostrado la experiencia, ha incidido, es que "nuestra cooperación es indispensable para promover la estabilidad y la prosperidad en estos momentos de incertidumbre global". Tras ello, se ha trasladado al cementerio de Antakalnis donde ha depositado una corona de flores en el Memorial de los asesinados que lucharon por la independencia de Lituania. En concreto, se rinde homenaje a los 16 hombres y una mujer que murieron bajo los tanques rusos el 13 de enero de 1991 durante un intento de invasión casi un año después de la independencia. Por último, antes de desplazarse en avión hasta la base ha tenido ocasión de visitar el Parlamento y reunirse brevemente con su presidenta, Victoria Cmilyte.

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