Okinawa reclama menos bases estadounidenses en el 79 aniversario de cruenta batalla

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Tokio, 23 jun (EFE).- El archipiélago japonés de Okinawa conmemoró este domingo el 79 aniversario de la feroz batalla que libró durante la Segunda Guerra Mundial, una de las más cruentas de la contienda con más de 200.000 muertos, la mitad civiles y pidió "reducir" las bases estadounidenses en la región.

Tanto el primer ministro nipón, Fumio Kishida, como el gobernador de Okinawa, Denny Tamaki, tomaron parte en la ceremonia conmemorativa que se ha celebrado en el Parque de la Paz de Itoman, localidad en el sur de la isla principal de Okinawa y escenario del final de la batalla.

"Para hacer realidad la isla de paz que el pueblo de Okinawa desea, las bases militares estadounidenses deben ser reorganizadas y reducidas", dijo Tamaki durante el acto y en declaraciones recogidas por la cadena pública NHK.

"Durante la última guerra, Okinawa se convirtió en el escenario de una horrible batalla. La eliminación de las bombas sin detonar y la recogida de restos aún están en curso. Es nuestra responsabilidad transmitir la trágica realidad de la batalla de Okinawa y el valor de la paz a la próxima generación", señaló por su parte Kishida.

El líder japonés también recordó que el año que viene marca el 80 aniversario de esta batalla y agradeció los esfuerzos de la población local en la recuperación económica de la región y la mejora de la vida de sus habitantes.

En 2023 su gabinete estableció un nuevo despliegue de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) japonés en la isla Ishigaki ante las crecientes tensiones sobre Taiwán.

Esta medida despertó las críticas y preocupación por parte de la población local ya que consideran que esto podría llevar a que el archipiélago se convierta en el escenario de una nueva batalla.

La Batalla de Okinawa supuso la única invasión terrestre de Estados Unidos en Japón durante la II Guerra Mundial, y se produjo pocos meses antes de la rendición total del país asiático a los pocos días de lanzarse las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

El sangriento enfrentamiento duró tres meses y costó la vida de uno de cada cuatro okinawenses, unos 94.000 en total.

Las autoridades locales suelen aprovechar este aniversario para subrayar la pesada carga que soporta aún este pequeño archipiélago, que acoge en torno al 75 por ciento de las instalaciones militares estadounidenses que hay en Japón.

Las bases militares, que ocupan una quinta parte de la superficie de la isla principal, fueron construidas sobre suelo expropiado durante el período de ocupación estadounidense que duró hasta 1972, dos décadas más que en el resto del país asiático. EFE

emg/jgb

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