Un periodista francés denuncia su salida forzosa de la India tras 13 años

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Nueva Delhi, 20 jun (EFE).- El periodista francés Sébastien Farcis, corresponsal en la India desde hace trece años para medios como Radio France Internationale (RFI) o Libération, denunció este jueves haberse visto obligado a abandonar el país asiático por las acciones de las autoridades.

"El 17 de junio me vi obligado a abandonar la India, un país en el que he vivido y trabajado como periodista durante trece años", lamentó Farcis en un comunicado, denunciando una situación de "censura incomprensible".

Se trata del tercer caso de un corresponsal extranjero que parte del país asiático ante las trabas impuestas por el Gobierno en los últimos meses.

Farcis señaló que el Ministerio del Interior indio se negó "sin ninguna justificación" a renovar su permiso de trabajo como corresponsal el pasado 7 de marzo, una decisión que le impidió cubrir las elecciones generales y le dejó sin una fuente de ingresos.

"Es también un desgarro familiar: estoy casado con una mujer india" y el país se ha convertido tras más de una década en su "segunda patria", explicó.

Farcis cuenta con el estatus de Ciudadano Indio de Ultramar (OCI), una suerte de visado permanente sin llegar a estar al mismo nivel que la nacionalidad.

Se trata de un documento que permite a los ciudadanos de origen indio entrar al país de forma indefinida, ya que la India no permite la doble nacionalidad, y es también concedido a extranjeros en supuestos como el matrimonio con nacionales indios, como es el caso del periodista francés.

Se trata de un contexto "inquietante por las restricciones crecientes" a la labor de la prensa internacional en la India, dijo Farcis, ya que al menos cinco corresponsales extranjeros con este documento se han visto vetados en la práctica por las autoridades indias para ejercer su profesión en los últimos dos años.

La veterana periodista francesa Vanessa Dougnac, corresponsal extranjera en el país asiático durante 23 años para diarios como La Croix o Le Point, denunció su expulsión de facto el pasado febrero.

El Ministerio del Interior indio recomendó la rescisión de su estatus de OCI, al acusarla de elaborar artículos "maliciosos" y que dañan "los intereses de la soberanía y la integridad de la India".

La corresponsal jefe de la cadena australiana ABC, Avani Dias, anunció igualmente el pasado febrero su expulsión de facto de la India durante las elecciones generales, después de que el Gobierno indio le negase la extensión de su visado por considerar que su trabajo "cruzó la línea".

Organizaciones internacionales como Reporteros sin Fronteras (RSF) han denunciado el creciente acoso a los medios de comunicación en la India, un país que ocupó el puesto 150 de 180 países en el índice de libertad de prensa 2022 de RSF.

Human Rights Watch (HRW) denunció además que el gobierno nacionalista hindú del Bharatiya Janata Party (BJP) está revocando los visados a sus críticos de origen indio en el extranjero y utilizando tácticas "motivadas políticamente" para impedir el trabajo de decenas de periodistas extranjeros. EFE

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